Entre la meticulosidad y la magia
Un restaurador de obras de arte de Chicago realiza los videos más gratificantes de YouTube al día de hoy
Un tipo quitándole la suciedad a un cuadro no puede decirse que sea lo más sobresaliente de YouTube, algo que la gente vaya corriendo a buscar en ese espacio de oradores gritones, tutoriales frenéticos y videos musicales estridentes. Sin embargo, el canal de Julian Baumgartner es uno de los más satisfactorios de Internet en cuanto a arte se refiere.
“Y tengo que decir que aunque no es esa mi intención, si ayudan a la gente a relajarse, a conciliar el sueño, a sonreír, a tener curiosidad por el arte o simplemente le alegran el día, me doy por contento”.
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‘EL ASESINATO DE ARQUÍMIDES’, EL MEJOR EJEMPLO DE RESTAURACIÓN
El primer video al que le puse la vista encima mostraba el trabajo de restauración de un cuadro titulado “El asesinato de Arquímedes”. El lienzo estaba ennegrecido por el paso de los siglos. El video irradiaba magnetismo. La meticulosidad del restaurador, su actitud metódica, el orden imperante en su entorno, la calidad de la grabación, la tranquila voz en off y por qué no decirlo, lo fácil y mágico que parecía todo.
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“Es maravilloso comprobar cómo van aflorando los colores originales al roce de un simple hisopo de algodón. Hicieron que antes de que me diera cuenta, había visto tres clips en un corto período de tiempo. Sus videos no pueden competir claro, con las superproducciones de Beyoncé, pero cada uno de ellos lo ven cerca de tres millones de personas. Julian Baumgartner tiene casi medio millón de seguidores en YouTube y en Instagram 155 mil.
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TRAS LOS PASOS DE PAPÁ
Baumgartner, de 38 años, estudió su oficio en el Purchase College, de la Universidad Pública de Nueva York. Siguió así los pasos de su padre, Agass Baumgartner, nacido en Suiza y fundador en el norte de Chicago, en 1978, del taller que lleva su apellido. La cuenta de YouTube se inauguró en 2016.
“El primer video lo subí para enseñárselo a los amigos, pues pesaba mucho para mandarlo por email”, dice Baumgartner.
Utilizó Instagram para dar a conocer su trabajo, pero esta red social sólo permite subir videos de un minuto, por lo que pensó que YouTube era la mejor opción. Cada publicación dura alrededor de diez minutos, aunque rodarlos puede llevar semanas: lo que se tarda en acometer cada proyecto, paso a paso. Baumgartner trabaja solo, tanto en la restauración de las obras como en la grabación, locución y edición de los videos.
El resultado, además de resultar gratificante anímicamente para el espectador, es una ventana abierta al mundo de la restauración de obras de arte.
“Como en Medicina, lo que ahora es lo más avanzado, en poco tiempo se queda anticuado, pero trabajo de modo que tanto mis materiales como las técnicas sean reversibles. Es decir, que si en el futuro aparece una nueva solución, esta pueda aplicarse sin que afecte a la obra. Empleo las últimas técnicas, aunque no existen unas mejores que otras. Cada obra requiere un método concreto y en base a eso se eligen los materiales”, dice.
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EN LAS MEJORES GALERÍAS
Baumgartner trabaja con importantes firmas de galerías de todo Estados Unidos: de Nueva York a Los Ángeles, de Chicago a Miami. También con pequeños museos locales que no pueden permitirse su propio equipo de restauración.
“No doy nombres, pues hay asuntos confidenciales en juego y no querría traicionar su confianza, así como con empresas, coleccionistas y particulares”, dice.
Por sus manos han pasado un Lichtenstein valorado en 12 millones de dólares, un Thomas Hart Benton tasado en seis millones y obras de Josef Albers, Jackson Pollock, Robert Henri, William Merritt Chase o John Singer Sargent.
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DE LOS FAVORITOS EN YOUTUBE
Baumgartner piensa que el interés que despierta en medio de la vorágine de YouTube se debe a la confluencia perfecta de varias modas actuales: los videos ASMR (que proporcinan calidez y relajación), la artesanía manual y la posibilidad de acceder a un mundo que mucha gente ni siquiera sabe que existe.
“Las generaciones digitales buscan experiencias más tangibles. Podemos verlo en el aumento de ventas de los discos de vinilo y la popularidad de tiendas de productos artesanales como Etsy. La artesanía y la conservación de arte, aunque se lleven a cabo con tecnología moderna, aún se ejecutan con las manos, con habilidad, con alma y quizá eso inspira a gente y la magia; hay algo de magia adictiva en el trabajo”, comenta.