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El fotógrafo de los signos

Una exposición acerca a la obra de Zbigniew Dłubak, creador fundamental del arte polaco de la posguerra.

Zbigniew Dlubak, fotógrafo, pintor y teórico, es considerado una de las figuras claves de la fotografía en Polonia. Gran experimentador de las formas fotográficas, su obra de rasgos modernistas reflexiona sobre el lenguaje de la fotografía y sobre la realidad de las cosas que le rodean.

“Desimbolizaciones”, 1978.El fotógrafo de los signos

La Fundación Henri Cartier-Bresson ha organizado la muestra Zbigniew Dlubak - Héritier des avant-gardes –Zbigniew Dlubak - heredero de las vanguardias– como parte de la serie de exposiciones que dedica a la fotografía clásica.

“Debido a distintas razones su obra no se conoce bien fuera de su país natal. Así, el fin de la exposición es divulgarla para que pueda ser descubierto por el público a nivel internacional”, señala Karolina Lewandowska, comisaria de la muestra que cubre sólo una pequeña parte de la obra y abarca 40 años de la trayectoria del autor.

“Es importante subrayar la idea de Dlubak como un heredero de las vanguardias. Donde el arte es un lugar de exploración. De una exploración que a veces sólo concierne a ese arte y que no siempre está conectado con la realidad”, continúa la comisaria. “Él siempre defendió su convicción de que el arte debe seguir sus propias normas, normas que están para ser descubiertas y solucionadas”.

SUS INICIOS

Como tantos otros fotógrafos de su época, llegó a la fotografía tras haberse iniciado en la pintura. Pero consiguió mantenerse activo en ambas disciplinas en las que fue un autodidacta tras estudiar historia del arte.

Sus primeras fotografías sirvieron para documentar sus actividades políticas clandestinas y tuvieron su continuidad en Mauthausen, donde fue encerrado después de participar en el alzamiento de Varsovia en 1944. Ahí se dedicó a las tareas que le asignaron los nazis dentro del estudio que existía en el campo de concentración.

Acabada la guerra participó de forma activa en la reconstrucción de la vida artística de Polonia. Descubrió el surrealismo en Checoslovaquia, donde el movimiento había calado con fuerza. “De ahí vienen los títulos tan poéticos que daba a sus fotografías. Pero su mayor influencia viene de los constructivistas polacos”, apunta la comisaria. Queda clara en las composiciones realizadas con pequeños objetos, cerillos, botones o tornillos que adoptan la apariencia de paisajes abstractos y recuerdan a la obra de la fotógrafa Florence Henri.

“La clave de la originalidad de Dlubak en el catálogo que acompaña a la exhibición, viene del hecho de que se centra menos en producir lo sobrenatural y más en encontrarlo, difuminando los hábitos demasiado seguros de la visión ordinaria sin que el origen factual de sus imágenes oscurezca su eficacia poética”, escribe Éric Chassey.

Se consideraba tanto pintor como fotógrafo. Desde el momento en que descubrió la fotografía la adoptó como un medio más donde desarrollar su quehacer artístico. “Siempre observó a la fotografía como un medio independiente tan válido como la pintura sólo que distinto”, comenta Lewandowska. “En algunas ocasiones utiliza el mismo título para sus series de fotografía y de pinturas, lo que no quiere decir que se parezcan entre ellas. Cuando quiere resolver un problema lo ataja de forma distinta en cada medio”. Utiliza la abstracción en la pintura y en sus obras más tempranas los dos medios están muy cercanos formalmente.

ENTRE LA ABSTRACCIÓN Y LA FIGURACIÓN

Dlubak no sólo trata de reconciliar las distintas disciplinas, sino de desmantelar la oposición tradicional entre lo abstracto y lo figurado. “Esto era fácil en la fotografía, porque siempre consideró que esta por si sola es figurativa, ya que está en relación directa con la realidad siendo esta lo material. Pero al mismo tiempo juego con que se puede llegar a la abstracción a través de lo material, ya que la cámara lo permite”, explica la comisaria. Así utiliza los planos extremadamente cercanos o las manipulaciones técnicas como formas de penetrar la realidad y relevar aquello que encierra desde un punto de vista más espiritual que material.

El desnudo y el cuerpo humano ocuparon gran parte de su quehacer artístico. “No podemos dejar de lado que estaba ciertamente fascinado por la erótica del cuerpo femenino, pero sus desnudos no son eróticos”, destaca Lewandowska, quien también fue comisaria de una exposición dedicada al artista en 2013 con motivo de PhotoEspaña. Utiliza el desnudo para investigar acerca de los signos y la forma que los entendemos en el arte, de ahí las simetrías y repeticiones que utiliza”, subraya la comisaria.

Zbigniew Dlubak siempre se mantuvo firme en seguir su propio camino.

“No estoy interesado en los efectos estiliticos, derivados tanto del arte moderno como del conceptualismo. Utilizó formas, ideas, colores, palabras, fotografías y acciones como materiales en la forma en la que mejor se adecuan a mi arte, para crear un signo vacío dentro del contexto de la realidad en la que vivo”, escribía el artista. (EP)




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