El año del hundimiento
Walter Kempowski narra en ‘Todo en vano’, una gran novela, el final de la II Guerra Mundial desde la óptica de una familia alemana que se resiste a admitir la derrota
Siendo tantas las novelas cuyo tema es Alemania bajo el nazismo, conviene decir cuanto antes que esta no solo es una gran novela, sino que es, además, singular. Se sitúa en el último año de la guerra, en una pequeña ciudad alemana que tiene al Ejército ruso a las puertas y en una finca de las afueras, propiedad de una distinguida familia. En realidad es el retrato de un derrumbamiento nacional visto desde una provincia donde sus habitantes naturales viven ese suceso histórico con la inconsciencia, el despego o la ceguera voluntaria de la gente que renuncia a ver lo que sucede ante sus ojos.
Cuando Kempowski toma a un personaje en una de estas escenas, suele cruzarlo con otro y desarrolla dos líneas narrativas a la vez (por ejemplo, cuando Katharina Goblig, la bella e insustancial señora de la casa, piensa en Drygalsky, el director del Hogar del Trabajo, un tendero reciclado en autoridad civil, el texto salta de pronto a los pensamientos de éste antes de volver a sí misma). Esta movilidad, aparentemente ligera, otorga una gran vitalidad a la narración y aviva al lector.
Walter Kempowski (1929-2007) publicó Todo en vano, su novela más famosa, un año antes de morir. En los años ochenta, y después de pasar ocho años en las cárceles de la RDA acusado de espionaje por las autoridades soviéticas, se consagró a un proyecto monumental llamado Das Echolot, en el que reunió, a modo de collage, testimonios de primera mano, diarios, cartas y memorias sobre la Segunda Guerra Mundial que organizó en 10 volúmenes publicados a lo largo de dos décadas. Kempowski volcó su propia experiencia en el ciclo de novelas Deutsche Chronik.