Barcelona, capital mundial de la buena mesa

La industria española de alimentos y bebidas busca soluciones imaginativas para afrontar las consecuencias de la convulsa situación geopolítica mundial. Tras diez magníficos años para la exportación de sus productos, las cifras actuales han dejado de crecer. La política arancelaria de Estados Unidos (su mercado principal, con exportaciones que alcanzan los 2.000 millones de euros), el Brexit y la debilidad de la demanda interna en países como Francia, Países Bajos y Bélgica explican la situación.

“Desde 2008 hemos tenido una racha exportadora tremendamente positiva, y este año hemos tenido dificultades en China y también en Italia, Países Bajos y Bélgica, donde han llegado a bajar las exportaciones”, explica Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). “En Francia y Estados Unidos las exportaciones están planas”, añade, “pero la internacionalización sigue siendo un factor estratégico para la industria, que ha optado, entre otras cosas, por una estrategia de diversificación de mercados”.

Según los datos de la FIAB, en 2018, las exportaciones del sector volvieron a situarse en los 30.000 millones de euros, una cifra que casi duplica los 16.000 millones registrados en 2009, pero que confirma la desaceleración (en 2017 ya se situaba en 30.650 millones de euros). “Hay motivos para ser precavidos”, asegura García de Quevedo.

Ayudar a internacionalizar la empresa agroalimentaria española y abrir oportunidades en el exterior sigue siendo la prioridad máxima para Alimentaria, la principal feria del sector en España, que se celebra del 20 al 23 de abril del próximo año en el recinto de Gran Vía de Fira de Barcelona. Por eso, el salón ha comenzado ya a promocionar su nueva edición por todo el mundo con el fin de identificar y atraer a compradores de mercados clave.

“Tenemos ya confirmada la presencia de 652 compradores internacionales de 76 países de procedencia. Alimentaria recoge el carácter innovador más allá del producto; muestra la gastronomía como palanca internacional”, señala J. Antonio Valls, director del salón.

Alimentaria 2020 busca revalidar las cotas de internacionalización alcanzadas durante su última edición, a la que acudieron cerca de 4.500 empresas expositoras, 1.000 de ellas procedentes de 70 países, y cerca de 150.000 visitantes, un 30% internacionales, de 156 países.

“La feria lleva años posicionada como referente mundial. En este sentido, hemos convocado a profesionales y empresas de los cinco continentes que han reservado ya más del 60% del espacio disponible, indicador del gran interés que despierta el certamen en todo el mundo”, insiste Valls. La cifra duplica la alcanzada en el mismo período de tiempo de las ediciones pasadas. Además, Grecia, Canadá y Japón se estrenarán como expositores en el Salón Internacional de la Alimentación, Bebidas y Food Service.

Desde la organización del evento también consideran un gran activo las 12.500 reuniones de negocios que tuvieron lugar entre los 1.400 compradores clave, importadores y distribuidores de Europa, Asia, Latinoamérica y EE UU que, junto con otros visitantes con poder de decisión de compra, acudieron a la celebración de Alimentaria y Hostelco 2018.

“Alimentaria es el escaparate perfecto de la oferta agroalimentaria española para el resto de países. Aquí se dan cita empresas de todos los sectores que van a ser visitadas por profesionales de todo el mundo. La presencia en este certamen puede convertirse en una palanca que potencie la presencia de la empresa en mercados donde ya trabaja y que abra nuevas oportunidades y canales de distribución en otros países”, destaca María Naranjo, directora de Alimentos, Vinos y Gastronomía de ICEX España Exportación e Inversiones.

El salón dirige sus pasos a potenciar su carácter empresarial y a proyectar la gastronomía como valor diferencial bajo el signo de la innovación. La gran novedad para 2020 será la inclusión de Alimentaria Trends, donde se mostrarán las últimas tendencias de producción y consumo, como alimentos delicatessen (Fine Foods), de producción orgánica (Organic Foods), libres de alérgenos (Free From), de elaboración Halal (Halal Foods) y funcionales (Functional Foods).

“Se trata de responder a los retos y desafíos de un consumidor cambiante”, conviene el director del salón que, en cuanto a tendencias del sector, destaca también la transformación de los supermercados con la inclusión de puntos de restauración y comida “al estilo Whole Foods”, la cadena estadounidense propiedad ahora de Amazon, y la aparición de nuevos operadores como las empresas de envío a domicilio (delivery) que “está previsto que alcancen una facturación de 1.500 millones de euros en 2022.