Superar pandemia con clases presenciales: el desafío

Los pórticos de las escuelas de Reynosa se abren de par en par nuevamente. El polvo acumulado de 23 meses se ha limpiado, se ha efectuado labor de pintura en las aulas y maestros y alumnos arriban esperanzados en recuperar el tiempo perdido por una emergencia sanitaria que aún no es vencida y que solo ha impuestos nuevas reglas de convivencia y la única certeza de aprender a vivir junto al Covid 19.

El reto es continuar las clases sin que nos gane el miedo, dijo María del Sol Mattus.

Los pórticos de las escuelas de Reynosa se abren de par en par nuevamente. El polvo acumulado de 23 meses se ha limpiado, se ha efectuado labor de pintura en las aulas y maestros y alumnos arriban esperanzados en recuperar el tiempo perdido por una emergencia sanitaria que aún no es vencida y que solo ha impuestos nuevas reglas de convivencia y la única certeza de aprender a vivir junto al Covid 19.

María del Sol Mattus Gómez, es docente del Jardín de Niños “Leonardo G. de la Cruz” ubicada en la Zona Centro y declara a EL MAÑANA que esta lista para recibir a 52 niños matriculados en este retorno a las clases presenciales.

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Por: Miguel Jiménez / Erik Huerta | 02/22/2022

Más allá de los preparativos- añade en entrevista- el principal desafió será hacer de esta experiencia una de aprendizaje, en donde puedan superar los obstáculos que la Pandemia ha generado y superarla en una posición ahora endémica y en donde no amanece más las clases.

Por lo que confió en que será una gran prueba para todos: padres de familia que deberán involucrarse aún más, maestros y alumnos, pues el Covid 19 no ha sido vencido y es un enemigo que acecha y está latente.

-Tenemos que trabajar todos unidos, pues la situación de emergencia sanitaria no ha acabado- refiere- por lo que tenemos que acostumbrarnos a seguir nuestras clases con este potencial riesgo.

Vamos a estar muy en comunicación con los padres de familia, reportando cualquier incidente y vigilando y cuidado la salud de los niños, cualquier situación sospechosa de enfermedad o síntomas presuntivos serán controlados y aislados por seguridad del resto de los estudiantes y maestros-, advirtió.

El legado post Covid ha iniciado y de ello dependerá del grado de responsabilidad y esfuerzo que unan en la comunidad escolar, pues el Covid no se ha ido y seguirá por tiempo indefinido, pero como en todo la vida y las clases escolares deben continuar.

Acabó la espera: todos a clases

Agustín “N” es un estudiante de nivel preparatoria, el 16 de marzo de 2020 dejó de asistir a sus clases presenciales en una escuela de la colonia Rodríguez. Era el inicio de la pesadilla por la declaratoria de emergencia sanitaria por el conocido en ese entonces como “Coronavirus”, después fue Covid 19 y ahora es Sars Cov 2.

Hace casi dos años, Agustín tenía 16 años, estaba a la mitad del segundo semestre de bachillerato, aun no le pintaba el bigote, hoy ya le sombrea un incipiente mostacho bajo su nariz.

Ha cambiado físicamente y ahora con emoción ha desempolvado su mochila para retornar a reencontrarse con sus antiguos compañeros de clases y verlos después de tanto tiempo de ausencia.

Las clases continuaron, pero a la distancia el ambiente escolar fue suspendido por las restricciones que la Pandemia impuso. Hoy la espera ha terminado y retornan a las aulas.

Ayer lunes iniciaron las clases presenciales en Tamaulipas desde nivel básico, medio y superior, empero, el primer día fue invertido en reconocimiento de los planteles, limpieza y mantenimiento para estar en condiciones de iniciar clases hoy martes.

El joven estudiante comparte que hay mucho entusiasmo y está feliz de regresar a sus clases, extrañó mucho el ambiente de la escuela, la convivencia con sus condiscípulos y maestros.

Todo ello, retorna nuevamente después de 23 meses, otra vez por las calles y cruceros de la ciudad se verá a jóvenes y menores corriendo rumbo a la escuela, esperando el transporte público o caminando con mochila en la espalda y dispuestos a recuperar todo aquello que el Covid 19 les arrebato por espacio de casi 2 años.

La ciudad nuevamente verá por las calles a los estudiantes con sus mochilas a espaldas rumbo a la escuela.