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#MeTooMx depura estrategias

La red social alista su nueva etapa. El suicidio del bajista Armando Vega-Gil, el lunes pasado, desató una crisis

#MeTooMx depura estrategias

El viernes 5, Priscila Alvarado no entró a clases. Se quedó en la entrada de su universidad, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, acompañada por algunos de sus compañeros y su madre, Patricia Alvarado, para hacer público que presuntamente fue acosada por el director académico de la institución, Enrique Mandujano.

Hace dos años este maestro comenzó una amistad con ella, como con muchas otras alumnas; era su costumbre generación tras generación. Priscila asegura que los mensajes de texto que solía enviarle subieron de tono.

Priscila narró que respondió los mensajes de manera evasiva, entre sentimientos de culpa y sin saber cómo frenarlo. Los mensajes eran más halagadores, más inquietantes. El maestro la invitaba a salir, a tomar cerveza. Ella dijo que nunca aceptó, pero que un día de noviembre de 2017, cuando cumplió 23 años, Mandujano la citó en su oficina para regalarle unos libros y la besó contra su voluntad.

El año pasado denunció ante las autoridades de la escuela el presunto acoso y abuso que sufrió de quien era el director académico de la institución. El Comité de Ética de la universidad le ofreció un protocolo para investigar el caso, con base en el cual iban a carearla con el supuesto agresor. Ella rechazó el protocolo y el tema quedó archivado. “Era su versión contra la mía. Ellos no me creían”, afirma Priscila en entrevista.

Cuando el movimiento #MeToo tomó fuerza en las redes sociales, Priscila hizo público su caso en #MeTooAcadémicos y #MeTooPeriodistas. El jueves 4 el #MeToo tuvo consecuencias en la Carlos Septién: Mandujano fue separado de su cargo.

Proceso buscó la versión de Mandujano, quien negó los hechos, no quiso dar más detalles y anunció que preparará su defensa para demostrar su inocencia.

• #MeToo no es culpable de suicidio de Armando Vega

Pati Chapoy afirma que debe continuar el movimiento de la denuncia anónima

DISIDENCIA COLECTIVA

El#MeTooEscritores Mexicanos anunció que un grupo de mujeres anónimas que trabajan en el sector cultural habían decidido organizarse alrededor de “un acto de disidencia colectiva frente a la normalización de la violencia” bajo el nombre de #MujeresJuntasMarabunta.

La red de Periodistas Unidad Mexicanas (PUM), creada por 20 comunicadoras a inicios de 2019 para exhibir el fenómeno del acoso en los medios, y que reaccionó al movimiento con el #MeTooPeriodistas, organiza también sus pasos siguientes.

En entrevista con Proceso, una de las fundadoras –a condición del anonimato, por seguridad y temor a una sanción en su trabajo– informa que están articulando una red con abogadas y organizaciones civiles a fin de asesorar a las denunciantes.

La semana pasada este grupo reforzó la seguridad de sus cuentas de redes sociales y todos los días cambió sus contraseñas. Los rumores de intento de hackeo para sustraer la información de las denunciantes las llevó a extremar medidas. Crearon respaldos de datos en memorias extraíbles y discos duros externos y borraron toda la información de las cuentas.

Entre tanto, el #MeTooCreativos se unió a #MeTooAgencias para concentrar en una sola cuenta las denuncias del mundo de la publicidad.

“Esto no pensamos que se pueda morir fácilmente, porque los casos que hemos recibido son muy serios. Se trata de casos de abuso de poder en los que, según los datos que recibimos, en 66% involucran a directores, CEO, productores y maestros”, señala una de las integrantes del colectivo #MeTooAgencias a condición del anonimato.

En este contexto varios de los #MeToo surgidos en las últimas semanas han exigido a las autoridades que investiguen las denuncias, y a las empresas a que establezcan protocolos para prevenir estos casos. Hasta ahora, sólo la Fiscalía de Michoacán se ha manifestado al respecto, con la promesa de investigar las denuncias vertidas en redes. A su vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) a acompañar los casos y dar atención a las víctimas.

Las estadísticas muestran que las víctimas de estos delitos no interponen denuncias. De 2015 a 2019 se han denunciado 7 mil 251 casos de acoso sexual y 4 mil 216 de hostigamiento sexual, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Los diferentes #MeToo en México han comenzado también a dialogar entre sí –al menos el de escritores, periodistas y creativos–, y no descartan unirse próximamente para realizar acciones conjuntas.

Mensajes de odio...

>El lunes 1 el movimiento que tomó por asalto Twitter se tambaleó tras el suicidio de Armando Vega-Gil, bajista del grupo de rock Botellita de Jerez, luego de ser señalado por el presunto acoso sexual al que sometió a una menor de edad, en un mensaje anónimo publicado en el @MeTooMusicamx.

> Entre una ola de tuits que llamaban a la reflexión, también se lanzaron decenas de mensajes de odio en contra del movimiento y en su defensa, y se gestó un encendido debate sobre si era válido el anonimato y si no se habrían cometido excesos y linchamientos mediáticos. 





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