Sin salir de casa

JOJO RABBIT

Aunque la premisa suena políticamente incorrecta, la realidad es que la película es un conmovedor y muy original relato sobre como las diferencias nos unen.

En la cinta, el pequeño Jojo vive con su madre, quien tiene escondida a una niña judía, y el descubrimiento del pequeño lo lleva a confrontar sus temores tras un odio sembrado por el entorno.

Basado en la novela Christine Leunens, tiene un guion extraordinario escrito por su director Taika Waititi, que fue premiado con el Óscar en la pasada entrega.  Y que como dato curioso interpreta a Hitler.

La comedia te lleva de la risa al llanto y tiene excelentes interpretaciones de sus estrellas jóvenes: Roman Griffin Davis, Thomasin McKenzie y un muy gracioso Archie Yates como Yorki, el mejor amigo del protagonista.

Pero sin duda el corazón de la película es la conmovedora interpretación de la nominada al Óscar Scarlett Johansson.

La actriz interpreta a una madre que hace todo por su hijo, que lo quiere proteger de un mundo cruel, y que te rompe el corazón.

Si no tuvieron oportunidad de descubrir esta joya en cines, a principio de año, es materia obligada para ver en casa.  Tengan kleenex cerca.

¡SHAZAM!

C

uenta la historia de un adolescente que recibe el poder de transformarse en un hombre adulto con superpoderes con tan sólo mencionar su nombre. La cinta es una delicia, con mucho humor y referencias a otros héroes de DC, además de un pequeño homenaje a Quisiera ser Grande, el clásico con Tom Hanks. Parte del éxito del filme es Zachary Levi en el papel del cuerpo adulto, ya que puede darle ese tono juguetón de un adolescente que no entiende bien cómo enfrentar la situación. Su compañero de aventuras es el joven Jack Dylan Grazer, quien ya había sido una revelación en Eso y que muestra gran talento para la comedia. Si bien el filme es un poco violento para los muy pequeños, es una cinta que se puede ver con toda la familia. 

SECUESTRO

C

onocida en nuestro País como “Mujer en Llamas” en su paso por las salas. Secuestro es una película simple, casi elemental, pero muy efectiva.  Una mesera divorciada lleva a de paseo a su hijo de ocho años a una feria, donde el niño es secuestrado. Ella no descansará hasta dar con él.  Esa es la premisa del guion de Knate Lee que retrata las acciones que cualquier madre haría o estaría dispuesta a hacer por su hijo y por esa razón logra la empatía automática del espectador.

   Es una fantasía de terror, donde todo encaja convenientemente y obedece a la lógica del relato por más inverosímil que pueda ser.  Halle Berry asume su personaje con una intensidad que raya en la sobreactuación, pero es tal su compromiso escénico que termina uno pasándolo por alto.  No es trascendente, pero resulta muy entretenida y palomera. (Edgardo Reséndiz)