Sin impedimentos para salir adelante. ‘Todo es cuestión de actitud’

Tan claro tiene Rubén David Soto Zárate que la discapacidad no es un obstáculo para alcanzar metas, que logró concluir sus estudios universitarios y ahora se desempeña como maestro.

Rubén David nació con “retinitis pigmentaria”, enfermedad progresiva que finalmente le quitó la vista.

Este no fue el único obstáculo que David, como lo llaman sus amigos, tuvo que pasar, pues la muerte de sus padres lo llevó a una profunda depresión.

“Hasta la secundaria tenía baja visión, batallaba pero distinguía los colores, formas de cosas, personas. Cuando entré a la preparatoria batallé más, ya no alcanzaba a leer las letras normales, tenía que usarlas más grandes”.

A los 23 años, ya no podía ver.

A partir de ese momento, cuenta, sufrió depresión ya que pensaba que tendría que depender de otras personas para salir adelante.

“La preparatoria la terminé en Veracruz, yo tenía a mis papás y fue más fácil, luego ellos fallecen y me deprimí más; la vista la perdí un poco más y de hecho, yo estaba estudiando la universidad, opté por salirme y venir a Reynosa”.

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NÚCLEO SOLIDARIO

Al llegar a esta frontera, comenta, conoció a Cirina Herrera, presidenta del Núcleo Solidario para Discapacitados Emprendedores, y su vida cambió totalmente.

“Afortunadamente conocí el Núcleo Solidario de Discapacitados Emprendedores, me hicieron la invitación para venir. Yo estaba renuente, me negaba a la condición en que me encontraba pero conocí chicos extraordinarios, me di cuenta que podían hacer muchas cosas y que yo también podía”.

Califica como una bendición, el llegar a esta fundación.

“Aquí me levantaron, yo veía deprimido, frustrado. Ellos me impulsaron a seguir, me llevaron a la Universidad Tecnológica de Tamaulipas Norte, que fueron los que empezaron a darle difusión a una carrera universitaria, eso cambió radicalmente mi vida”.

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LLEGA A SER MAESTRO

Rubén David ingresó entonces a la Universidad Tecnológica en Santa Catarina, Nuevo León.

“Tienen muchos años trabajando con personas con discapacidad, tienen programa de inclusión educativa y ahí fue donde terminé, estudié la carrera de inclusión a personas con discapacidad”.

Esta carrera gestiona proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, ya sea en el ámbito educativo, laboral o social.

Al concluir sus estudios, la UTT le brinda la oportunidad de trabajar como maestro.

“Soy coordinador del programa de inclusión y equidad educativa donde se les da la oportunidad a personas con discapacidad para que puedan estudiar una carrera con todo lo que conlleva, les brindamos capacitación a los maestros para que sepan cómo atender a un alumno con discapacidad”.

Además, realizan el material adaptado para las personas de acuerdo a su discapacidad.

“Tenemos todo tipo de discapacidad: visual, auditiva, motriz, y chicos con autismo; matriculados tenemos 31 alumnos, además damos apoyo a alumnos externos que estén estudiando primaria, secundaria o preparatoria”.

Por si fuera poco, capacitan a maestros externos para que en sus escuelas puedan atender a jóvenes y niños con alguna discapacidad.

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GRAN ORGULLO

Otro de los logros de Rubén David, es que de entre más de 50 personas con discapacidad, fue electo para formar parte del Sistema Intersectorial de Protección y Gestión de Proyectos para Defender los Derechos de las Personas con Discapacidad (SIPRODIS).

“Por este medio gestionamos las políticas públicas que necesita la sociedad para combatir la problemática de la accesibilidad, igualdad, que la sociedad conozca lo que es la discapacidad y trabajar en esto porque hace mucha falta la cultura de la sociedad”.

En este proyecto quedaron solo tres tamaulipecos: Rubén David, por Reynosa; José Cortez, por Ciudad Victoria; y Martha Luján, de Nuevo Laredo.

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SÍ SE PUEDE

>Rubén David cuenta que en la actualidad las personas discapacitadas no tienen excusas para no salir adelante.

>“Yo digo que es cuestión de actitud, que la persona ponga empeño porque con tanta tecnología que hay, todo se puede. Yo con mi teléfono celular, si me traen una hoja impresa, le pongo el teléfono enfrente y me lee la hoja, si estoy en el supermercado y escaneo los códigos de barra y me dice qué producto es”.

>Además, con sólo tomar una fotografía de una persona con su celular, un programa especial le indica si se trata de un hombre o mujer, cómo está vestida y la edad aproximada.

>Ello, entre muchos otros factores, como su preparación especializada, le ha permitido salir adelante.

Soy coordinador del programa de inclusión y equidad educativa, donde se les da la oportunidad a personas con discapacidad para que puedan estudiar una carrera*. Rubén David Soto, profesor