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Siento que mi padre es… ‘buena persona’”, dijo el hijo del "Chapo" cuando fue detenido

¿Cómo es la existencia cuando se es hijo del criminal supuestamente más buscado del Continente, quizá del mundo?

Ciudad de México, 14 de julio (SinEmbargo).– “Siento que mi padre es… ‘buena persona’”, completó la frase Iván Archivaldo Guzmán Salazar respecto del hombre presentado como uno de los principales responsables de la muerte violenta de al menos 100 mil personas y la desaparición de otras 25 mil durante los últimos años de las guerras del narcotráfico.

Foto: Sin Embargo (Especial)Siento que mi padre es… ‘buena persona’”, dijo el hijo del Chapo cuando fue detenido

En ese tiempo, principios de los 80, Joaquín Guzmán Loera no aparecía siquiera en la lista de los objetivos de la DEA, principal agencia antidrogas de Estados Unidos, como uno de sus objetivos, trazados desde fines de la década anterior con la Operación Cóndor, la primera gran operación conjunta entre México y su vecino del norte para erradicar el cultivo de marihuana y amapola con apoyo del ejército mexicano en el “Triángulo Dorado”, la serrana frontera de Chihuahua, Durango y Sinaloa.

Los capos se mudaron a Guadalajara, entendida como la capital del occidente mexicano, y compraron cuanto policía hubiera. 

Ni una sola ocasión aparece el nombre de Joaquín Guzmán Loera. Tampoco existe en la causa penal de más de 20 mil hojas levantada contra José Antonio Zorrilla Pérez, el jefe de la policía política mexicana de la época y quien pasó casi 30 años de su vida en prisión por vender su alma al narco.

El retrato documental más puntual de la connivencia de autoridades hacia los criminales organizados de esos días está plasmada en el libro “Desperados. Los caciques de la droga, los agentes de la ley y la guerra que Estados Unidos no puede ganar, de Elaine Shannon (Lasser Press, 1989)”.

¿Cuántas líneas dedicó al hombre presentado el sábado 22 de febrero de 2014 como el narcotraficante más buscado del mundo? Ninguna.

Dueños de las almas de los agentes de la Dirección Federal de Seguridad que migraron a la Policía Judicial Federal, convinieron la constitución de cuatro cárteles: Tijuana, para los hermanos Arellano Félix, sobrinos de Miguel Ángel Félix Gallardo, y Jesús Labra; Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán; Juárez, para Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, y del Golfo, en manos de Juan García Ábrego.

En ese momento, Iván Archivaldo, hijo de Joaquín Archivaldo tendría seis o siete años, así que la vida de ese muchacho coincide con la historia criminal del hombre más buscado en el mundo.

El Chapito vivió y sobrevivió a las guerras iniciadas y todas ganadas por su padre contra los cárteles de Tijuana, El Golfo Juárez y los Beltrán Leyva. Ese joven ha visto volar cabezas de uno y otro bando en la disputa con Los Zetas. Ha crecido en el entendido de que su padre sometió a dos presidentes de México.

Y, después de todo, ¿qué se depositó en su mente?

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Imagen del examen psicológico aplicado al hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Foto: Especial

En junio de 2005, en Zapopan, Iván Archivaldo Guzmán fue detenido tras un accidente de tránsito al salir de una fiesta. Se le sentenció a cinco años de prisión por lavado de dinero. Fue absuelto en 2008 por falta de pruebas.

Durante su estancia en prisión, al igual que a todos los demás los reos, el hijo del capo debió resolver distintos exámenes psicológicos y sociales para la elaboración de su perfil.

SinEmbargo posee copia de las pruebas hechas al Chapito.

El 19 de mayo de 2005, las autoridades del Reclusorio Sur le practicaron el estudio social. Ahí se indica que nació el 15 de agosto de 1983 en Durango, que tiene por apodo “El Chapito, que con 21 años de edad solamente había concluido la secundaria, que vivía en Zapopan, Jalisco, y que su ocupación era soldador de automóviles.

El reo identificó como su padre a Joaquín Guzmán Loera, entonces de 48 años de edad, pero negó conocer cualquier dato relacionado con él: su estado civil, ocupación o domicilio; de El Chapo sólo dijo que había estudiado la primaria.

Es decir, el presente de México está parcialmente determinado por un hombre que apenas concluyó la educación primaria.

El Chapito dijo que su madre es Alejandra Salazar Hernández, una mujer que en la época contaba con 47 años de edad y se dedicaba a los bienes raíces. Mencionó a sus hermanos: César y Gisel, mayores que él cinco y tres años, y Alfredo, tres años menor.

Un trabajador social describió el aspecto familiar:

“La dinámica familiar primaria se desarrolla completa, desintegrada, funcional, refiriendo el entrevistado que cuando tenía 12 años sus padres se separan principalmente por los problemas judiciales de su padre, de quien desconoce su paradero desde la fuga del penal de Puente Grande [Jalisco]. Menciona que lo visitaba en la cárcel al igual que sus demás hermanos y madre.


“Ella es la principal figura de autoridad y proveedora económica, a pesar de que el interno tiene una actividad remunerada. Su madre le proporcionaba una cantidad al mespara cubrir sus gastos personales. Las relaciones intrafamiliares de sus hermanos y madre son favorables. Durante los 100 días de arraigo recibió visita, apoyo  moral y económico de su familia. Indica que de su padre no sabe nada y no recibe ningún tipo de apoyo ni ha vuelto a tener comunicación con él”.

Iván Archivaldo reprobó el tercer año de primaria. Inició la preparatoria en un sistema escolarizado, pero desertó y se apuntó en un bachillerato abierto que dejó por su detención y encarcelamiento.

Inició su vida económicamente activa a los 17 años de edad como mensajero de un despacho de abogados y, entre 2003 y 2005, se ocupó en un taller de hojalatería y pintura, aseguró en la entrevista. También aseguró que sus ahorros ascendían a 40 mil pesos.

Aseguraba que compartía su tiempo libre con su novia, que bebía alcohol de manera habitual, pero que no fumaba ni utilizaba drogas.


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“Ansioso, suspicaz, reservado y evasivo, con hostilidad encubierta. Se torna sensible”, describen a Iván Archivaldo los resultados del examen. Foto: Especial

En la misma fecha del examen social, el 19 de mayo de 2005, un psicólogo practicó al Chapito los estudios de personalidad.

El especialista anotó que el muchacho negaba tatuajes o cicatrices, pero apuntó la existencia de mezquinos en las manos. También describió su actitud: “Se muestra ansioso, suspicaz, reservado y evasivo, con hostilidad encubierta. Se torna sensible”.

El psicólogo lo consideró lúcido y orientado, con la memoria conservada y dueño de un pensamiento con nivel concreto y de contenido lógico, coherente y congruente, con curso rápido tanto inductivo como deductivo, pero con una realidad de contenido bloqueada y pobre y con una formación conceptual de subvaloración.

La primera impresión no arrojó ninguna alteración.

El hijo del Chapo mostró una capacidad de juicio crítica, tanto de sí mismo como de los demás, disminuida y una capacidad de organización y planeación irregular. Tanto su capacidad de análisis como síntesis fue considerada media baja.

En los rasgos del carácter, su tolerancia a la frustración, su capacidad de demora y su control de impulsos fueron considerados por el técnico en una escala media baja.

“[El manejo de la agresión] Adecuado: canaliza hacia el estudio. Desplaza (hacia) actividades recreativas como el automovilismo. Inadecuado: probable violencia psioclógica hacia personas que no considera de su nivel socioeconómico”.

Para el psicólogo, el hijo del narcotraficante y supuesto narcotraficante él mismo observaba conflicto con la autoridad, un rol de grupo sumiso y pasivo, una introyección parcial de normas y valores y un aprovechamiento limitado de la experiencia.

Se lee en el apartado de la dinámica de la personalidad:

“Sujeto de 21 años. Proviene de una familia incompleta, aparentemente organizada y funcional con un nivel socioeconómico alto. Se muestra como una persona con baja motivación al logro, con niveles medios bajos de capacidad de demora, tolerancia a la frustración y control de impulsos. Con tendencia a canalizar la agresividad hacia la violencia psicológica.

“Inmaduro en su desarrollo e inseguro. Denota necesidad de apoyo y afecto. No obstante, es suspicaz y sensible a la opinión que los demás tengan de él. Percibe a la figura paterna protectora y poderosa, como concepto, pero distante y ausente en la relación psicoafectiva. Idealiza a la figura materna atribuyéndole cualidades de guía, cuidado y protección dependiendo de ella para tomar decisiones.

“El tipo de relaciones que establece es utilitario y de dependencia o de dominación hacia personas que considera de menor rango o nivel. Utiliza como mecanismo de defensa la negación, la represión y la fantasía”.

Y concluyó:

“Debido a las características de personalidad resulta vulnerable por su proclividad a afiliarse a grupos para y anti sociales. Asimismo representa un riesgo institucional”, apuntó en referencia a la seguridad del Reclusorio Sur del Distrito Federal, la prisión de mediana seguridad en que estaba interno.


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“Proviene de una familia incompleta, aparentemente organizada y funcional con un nivel socioeconómico alto”. Foto: Especial

En 2012, el Departamento del Tesoro de EU informó que Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, junto con otros dos lugartenientes, quedaron sujetos a las sanciones conforme a la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (conocida como la Ley Kingpin).

El Departamento del  Tesoro de Estados Unidos relaciona a un empresario y varios familiares de Joaquín Guzmán Loera como sus relaciones operativas en el Cártel de Sinaloa:


Dámaso López Núñez El Licenciado, con fecha de nacimiento del 22 de febrero de 1966. “El ahijado de Guzmán Loera”, según le canta la Banda El Recodo, organizó parte de la fuga del capo en 2001. De acuerdo con el diario estadounidense The Washington Times, un gran jurado lo acusó en noviembre de 2012 de conspiración para distribuir cocaína y lavar dinero, que le reportaron ganancias de más de 280 millones de dólares.Inés Coronel Barreras, nacido el 21 de enero de 1968. Es el padre de Emma Coronel, última esposa delChapoOvidio Guzmán López, nacido el 29 de marzo de 1990. Es uno de los hijos del jefe del narcotráfico.Griselda López Pérez, nacida el 19 de agosto de 1959. Es una de las ex esposas de Guzmán.María Alejandrina Salazar Hernández, nacida el 17 de julio de 1958. Otra de las ex parejas del narco sinaloense. Iván Archivaldo Guzmán Salazar, nacido el 15 de agosto de 1983 o el 2 de octubre de 1980. Es uno de los primeros hijos conocidos del narcotraficante.

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Estos son algunos de sus reactivos y su complementación textual por parte del hijo del Chapo.

Ojalá mi padre… “estuviera conmigo”

Siento que mi padre es… “buena persona”, escribió “El Chapito”. 



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