La marcha, que concluirá en la Plaza del Pueblo, tiene lugar en medio de un debate sobre el auge de las fuerzas de extrema derecha y después del tiroteo racista del 3 de febrero en Macerata (centro del país), cuando un neofascista disparó e hirió a seis migrantes.
La protesta fue convocada por la Asociación Nacional de Partisanos y a ella se han sumado una veintena de organizaciones, movimientos de derechos civiles y varios partidos políticos de centroizquierda.
A la manifestación acuden miembros del actual Gobierno en funciones, como Gentiloni, los titulares de Agricultura, Maurizio Martina, y de Justicia, Andrea Orlando, y el subsecretario para Asuntos Europeos, Sandro Gozi, así como el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, todos del Partido Demócrata (PD).
Renzi, candidato a las elecciones generales, dijo se pronunció a favor de acudir a la marcha y calificó este día de "importante" para combatir una cultura de violencia, a pesar de que no participó en la primera manifestación de Macerata.
A la movilización también asisten miembros de la lista "Libres e Iguales", como su líder, el presidente del Senado y Fiscal antimafia Pietro Grasso, el ex secretario del PD Pierluigi Bersani, la presidenta de la Cámara de los Diputados la pasada legislatura, Laura Boldrini, o el líder de Izquierda Italiana, Nicola Fratoianni.
Paralelamente, tiene lugar en Roma otra marcha organizada por los sindicatos de base (COBAS) en contra de la reforma laboral de Renzi y para denunciar el racismo.
Las autoridades capitalinas han extremado las medidas de seguridad, con el despliegue de más de 3 mil policías, pues se teme que en esta última protesta se hayan infiltrado grupos de violentos.
Agentes antidisturbios desplegados hoy en Milan, al norte de Italia, dispersaron una marcha de decenas de antifascistas que trataban de romper un cordón policial y alcanzar el lugar en el que se concentran los militantes de extrema derecha de CasaPound.
Los grupos de extrema izquierda se dieron cita para denunciar la presencia de partidos neofascistas en la ciudad y lo hicieron en la vía La Foppa, a pocos metros de distancia de la Plaza del Castillo Sforza, donde tiene lugar un acto electoral de CasaPound.
Aunque se les prohibió salir de esa vía, en un momento se encararon con los antidisturbios que mantenían el cordón policial y los agentes dispersaron a los manifestantes con porras y gases lacrimógenos, según información difundida en televisoras locales.
La tensión en Milán es elevada por la contemporaneidad de los comicios del mencionado partido ultraderechista y el mitin electoral de la xenófoba Liga Norte, con la participación de su líder Matteo Salvini, com miles de personas en la plaza del Duomo.