Refuta WP empleos perdidos en Estados Unidos por TLC
Cuando Estados Unidos, Canadá y México arrancaron la primera ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el Representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, sorprendió con una aseveración.
El funcionario dijo que el Gobierno había "certificado" que 700 mil estadounidenses habían perdido su empleo a causa del tratado. El Presidente Donald Trump, un feroz crítico del TLC, afirma que es una de las personas que cree que la pérdida de empleos fue mucho mayor.
Sin embargo, un análisis realizado por The Washington Post muestra que la cifra dada por Lighthizer está lejos de ser verdadera.
En primer lugar, se trata de la primera vez que el Gobierno arroja una cifra del tema, y además, una que asegura está "certificada".
La cifra de Lighthizer cubre los primeros siete años del TLC, pero no incluye datos posteriores que por la admisión de China en la Organización Mundial del Comercio.
Además, el USTR sólo toma en cuenta las pérdidas de puestos de trabajo, más no los posibles empleos creados debido al aumento de las exportaciones estadounidenses a México y Canadá.
El Departamento de Comercio calcula que cada mil millones de dólares en exportaciones de bienes soporta 5 mil 300 puestos de trabajo, lo que se traduce aproximadamente en 1.8 millones de empleos adicionales en Estados Unidos por el aumento del comercio con México y Canadá desde 1994, incluso antes de calcular el impacto del comercio de servicios.
La mayoría de los economistas tradicionales, dice el Post, no creen que el número de empleos se vea afectado significativamente por la política comercial.
En cambio, el comercio cambia la mezcla de los puestos de trabajo. Eso obviamente crea ganadores y perdedores, pero el USTR de Trump sólo se centra en los perdedores.
El Servicio de Investigación del Congreso examinó detenidamente el TLC y concluyó que el efecto neto total del tratado sobre la economía de los Estados Unidos ha sido relativamente pequeño.
El comercio con México y Canadá ya estaba creciendo antes del TLC y probablemente habría continuado haciéndolo sin un acuerdo.
Además, es difícil aislar el impacto real del TLC de otros efectos económicos que afectan la creación de empleo y la pérdida de empleo.
Si bien Trump ha criticado el déficit comercial de Estados Unidos con México en particular, el comité señaló que el comercio de crudo y productos derivados del petróleo distorsiona el déficit.
"Si estos productos son excluidos de la balanza comercial, el déficit con los socios del TLC ha sido menor que el déficit global en algunos años. En ciertos años, el balance de mercancías no energéticas ha sido positivo", apunta el servicio.
"En realidad, el TLC no causó las enormes pérdidas de empleos temidas por los críticos o las grandes ganancias económicas predichas por los partidarios. El efecto neto total del TLC sobre la economía de Estados Unidos parece haber sido relativamente modesto, principalmente porque el comercio con Canadá y México representa un pequeño porcentaje del PIB de los Estados Unidos", concluye el servicio.
Que Lighthizer la diera la denominación de figura certificada a la cifra que dio, atribuida a grupos de izquierda, parece un esfuerzo para dotarla de algún peso autoritario.
El Wall Street Journal en 1997 informó que una encuesta de empleadores cuyos empleados fueron "certificados" por haber perdido sus empleos debido al TLC encontró muchos ejemplos en los que el acuerdo comercial no jugó ningún papel.
El Departamento de Trabajo se limitaba a recurrir al tratado para otorgar beneficios a los trabajadores despedidos.
En 2016, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos publicó una extensa revisión de los textos sobre los impactos estimados del TLC, y en ellos notó que hay una amplia gama de conjeturas, que varían dependiendo de la perspectiva política o el tipo de investigación.
Pensando que la cifra de Lighthizer es correcta, el funcionario promociona un número minúsculo en términos absolutos e irrelevante en términos porcentuales.
El TLC entró en vigor el 1 de enero de 1994, hace unos 24 años. Por ende, 700 mil puestos de trabajo en un cuarto de siglo no parece una cifra preocupante.
La cifra de los 700 mil puestos perdidos supone que anualmente se perdieron unos 30 mil, lo cual representa un bache para una economía con casi 130 millones de empleos de tiempo completo.
En contraste, sólo entre 2009 y 2011, 6 millones de trabajadores fueron desplazados de sus puestos de trabajo que ocuparon por más de tres años debido en gran medida a que las fábricas se movieron de sitio o cerraron, según estimaciones de la Oficina de Estadísticas Laborales.