Ratifican cambios en Senado italiano
Roma, Italia
El Senado italiano ratificó ayer una reforma constitucional clave que elimina sus poderes legislativos y disminuye el número de parlamentarios de 315 a 100, el primer cambio sustancial al sistema político italiano desde que se fundó la República en 1948.
El objetivo de la medida, que recibió 179 votos a favor, 16 en contra y 7 abstenciones, era poner fin al denominado sistema bicameral perfecto, el cual, en Italia, prevé que la Cámara de Diputados y el Senado tengan casi los mismos poderes y tareas.
Eso no sucede en prácticamente ningún otro sistema parlamentario.
Y en Italia ha conllevado varios problemas: 63 gobiernos han sido disueltos en 70 años en parte por los largos tiempos para aprobar leyes, dado que ambas cámaras deben avalar todo, que frenan la actividad pública.
“Se puede estar a favor o no con lo que estamos haciendo, pero estamos haciendo algo: la larga estación de la política infructuosa se termina”, celebró el Primer Ministro, Matteo Renzi.
La nueva legislación prevé que el aval de las leyes se facilite dejando todo en manos de la Cámara de Diputados, mientras que el Senado se dedicará más bien a discutir la política italiana hacia Europa y la local de las regiones italianas.
El nombramiento de los senadores también cambia: en vez de ser electos de manera directa, serán nombrados por medio de concejales y Alcaldes, así como el Presidente italiano.
Más importante aún, el Senado no podrá promover una moción de censura contra el Primer Ministro en caso de que quiera analizar su destitución.
El sueldo de los senadores estará a cargo de las regiones y estos parlamentarios ya no gozarán de varios privilegios que han tenido hasta ahora, como gastos para viajes.
Mantendrán el fuero, no obstante.
Pero el voto del Senado es sólo el primer paso en un largo proceso para cimentar las reformas.
La nueva legislación tiene que ser aprobada por la Cámara de los Diputados en un plazo de tres meses.
Luego regresará al Senado para un último aval.
Ahí es posible que los detractores -la xenófoba Liga Norte, el movimiento Cinco Estrellas, Izquierda y Libertad y el partido del ex Premier Silvio Berlusconi, Forza Italia- intenten tirar la medida.
Los opositores de los cambios acusan que el Ejecutivo obtendrá demasiados poderes.