buscar noticiasbuscar noticias

Queda a deber etiquetado

Pese a la gran crisis de obesidad y declaración reciente de emergencia epidemiológica por diabetes, pocos mexicanos saben realmente lo que están consumiendo.

Queda a deber etiquetado

A diferencia de México, en Chile ya se logró modificar el etiquetado pasando a uno más agresivo.

En el país sudamericano se señala si el alimento es “Alto en azúcares” o “Alto en grasas saturadas”, una decisión que se tomó para mejorar la salud pública, explicó Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud de Chile.

En México alimentos y bebidas tienen un etiquetado con cinco rectángulos con información de: grasa saturada, azúcares totales, sodio y otras grasas, así como las calorías completas de todo el empaque.

Sin embargo, pocos consumidores saben valorar si 32 miligramos azúcares de un chocolate o 500 miligramos de sodio en una botana son un exceso o es poco.

A diferencia de otros latinoamericanos, en México no existe un etiquetado que alerte al consumidor para que sepa si el contenido es alto o bajo.

En Chile, desde el 27 de junio de 2016, sus alimentos contienen los llamados octágonos de advertencia con leyendas como “Alto en azúcares” o “Alto en grasas saturadas” y en la parte trasera contienen la tabla de Información nutrimental como la que tiene México.

Las medidas implementadas en Chile están fundamentadas en buscar la salud pública, más que el bienestar económico, explicó en entrevista Lorena Rodríguez.

“El desafío para la industria es modificar la composición de los alimentos, disminuir el contenido de estos nutrientes críticos que pueden ser dañinos para la salud, grasas saturadas, azúcares, sodio y también las calorías”, consideró.

Rodríguez dijo que el Gobierno chileno prefirió prevenir aumentos en los índices de obesidad mediante el uso de ese etiquetado y otras medidas.

Para Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, el etiquetado es la única forma de advertir al consumidor sobre los riesgos de algunos alimentos y bebidas.

“Toda la publicidad es persuasiva, que nunca nos va a indicar los riesgos del consumo de un producto, entonces lo único que se regula de una manera más estricta, o debería de ser así, es el etiquetado; sin embargo, el que existe actualmente y que se implementó como parte de la estrategia del sobrepeso, la obesidad y la diabetes es un etiquetado que no se entiende y promueve el alto consumo de bebidas azucaradas”, explicó Calvillo.

Detalló que además existe otro problema con el etiquetado llamado Guía Diaria de Alimentación (GDA), ya que no es totalmente comprensible.

En cada uno de los rectángulos de información, se detalla el contenido y se adiciona un porcentaje. Por ejemplo, algunas botanas dicen “500 miligramos de sodio” y abajo la leyenda “20 por ciento”, considerado este último como el porcentaje de nutrientes diarios.

Los porcentajes señalados de cada ingrediente siempre son menores al 100 por ciento, así que se puede pensar que se sugiere continuar consumiéndolos hasta llegar a cubrir el máximo, alertó Calvillo.

Destacó que además de este problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que un adulto no rebase las 200 calorías de azúcares añadidos diarios, lo que sería el equivalente a 10 cucharadas cafeteras, pero bebidas de cola de 600 mililitros, supera las 12 cucharadas, así que el etiquetado no tiene ningún efecto en esto.

Aldo Verver, director general adjunto de la Cofepris defendió que el actual etiquetado, da información suficiente.

El GDA, dijo, es un esquema más completo porque señala la cantidad de ingredientes que aporta cada alimento, así que da más información a las personas con problemas de salud como la diabetes.

“Con esta información tú ya puedes ir sumando todos los productos que tomas, en cambio el etiquetado semáforo, ni siquiera te da esa información, únicamente te dice verde, amarillo y rojo, pero no te dice cuántas calorías tiene, no te dice cuánto debes de tomar”, resaltó.

imagen-cuerpo




DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD