Queda, huérfano

El carbón, los lápices, las hojas y el talento con el que fue dibujado quedarán para el recuerdo, pues un paro cardiaco cegó la vida del ilustrador del popular personaje creado por la escritora Yolanda Vargas Dulché.
Seguramente, como muchos mexicanos, la noticia la recibió de parte de Luis Gantús, biógrafo del artista y estudioso de la historieta nacional, quien la esparció en Twitter.
Sin embargo, el travieso pequeñín no estará mucho tiempo de luto, ya que ni la dolida pérdida de su madre, en 1999, evitó que permanezca como fiel reflejo de la idiosincrasia mexicana y hasta como inspiración para el nivel educativo.
Valencia Burgos nació en Tezontepec, Hidalgo, en 1934, fue el menor de 15 hermanos y se mudó a la Ciudad de México cuando tenía 11 años. En el D.F. ingresó a la Academia de San Carlos, donde estudió dibujo publicitario.
Entre sus primeros trabajos como virtuoso del trazo estuvieron algunos anuncios del directorio telefónico y la creación de su primer obra completa “Clipperton”, en 1958.
NACE MEMÍN
Memín Pinguín fue creado en 1943 como Guillermo Pingüin por Vargas Dulché. Fue dibujado originalmente por Alberto Cabrera.
A partir de 1962 lo animó Valencia Burgos y con él se consolidó el lenguaje familiar de los mexicanos y sus valores.
Esta historieta narra las aventuras de un niño afromexicano en una colonia de la capital.
La principal aportación de Dulché y Burgos fue popularizar a un niñito que promovía la amistad y buenos ejemplos en el contexto de la vida cotidiana en México.
Entre halagos y críticas…
> 372 números se editaron en Estados Unidos, Perú, Bolivia y Japón.
>En Filipinas, el Ministerio de Educación hizo obligatoria su lectura en las escuelas porque enaltecía los valores humanos hacia la familia y el Estado.
>En el número 188 Memín descubrió a un niño decapitado en una maleta.
>En el número 214 se vuelve un caníbal en sus sueños.
>En el Bicentenario de la Independencia, el pequeño viajó al pasado para recordar los hechos.


