Escena

Queda, huérfano

  • Por: Agencia Reforma
  • 24 / Abril / 2015 -
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Queda, huérfano

 

Sixto Valencia Burgos

muere a los 81 años padre de Memín Pinguín

Ayer, el pobre Memín Pinguín lloró la partida de su padre, el caricaturista Sixto Valencia Burgos.

El carbón, los lápices, las hojas y el talento con el que fue dibujado quedarán para el recuerdo, pues un paro cardiaco cegó la vida del ilustrador del popular personaje creado por la escritora Yolanda Vargas Dulché.   

Seguramente, como muchos mexicanos, la noticia la recibió de parte de Luis Gantús, biógrafo del artista y estudioso de la historieta nacional, quien la esparció en Twitter.

Sin embargo, el travieso pequeñín no estará mucho tiempo de luto, ya que ni la dolida pérdida de su madre, en 1999, evitó que permanezca como fiel reflejo de la idiosincrasia mexicana y hasta como inspiración para el nivel educativo.

Valencia Burgos nació en Tezontepec, Hidalgo, en 1934, fue el menor de 15 hermanos y se mudó a la Ciudad de México cuando tenía 11 años. En el D.F. ingresó a la Academia de San Carlos, donde estudió dibujo publicitario.

Entre sus primeros trabajos como virtuoso del trazo estuvieron algunos anuncios del directorio telefónico y la creación de su primer obra completa “Clipperton”, en 1958.

NACE MEMÍN

Memín Pinguín fue creado en 1943 como Guillermo Pingüin por Vargas Dulché. Fue dibujado originalmente por Alberto Cabrera. 

A partir de 1962 lo animó Valencia Burgos y con él se consolidó el lenguaje familiar de los mexicanos y sus valores.

Esta historieta narra las aventuras de un niño afromexicano en una colonia de la capital. 

La principal aportación de Dulché y Burgos fue popularizar a un niñito que promovía la amistad y buenos ejemplos en el contexto de la vida cotidiana en México.

Lo que más orgullo le causó a Burgos es que su chavo hizo que las personas que no sabían leer, se adentraran al mágico mundo de la literatura. “Me siento muy honrado cada vez que una persona se acerca para decirme: ‘Yo aprendí a leer para saber qué decían sus monitos’ (en Memín Pinguín)”, dijo el pingo mayor, apenas en diciembre pasado, cuando recibió el premio La Catrina en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Entre halagos y críticas…

> 372 números se editaron en Estados Unidos, Perú, Bolivia y Japón.

>En Filipinas, el Ministerio de Educación hizo obligatoria su lectura en las escuelas porque enaltecía los valores humanos hacia la familia y el Estado.

>En el número 188 Memín descubrió a un niño decapitado en una maleta.

>En el número 214 se vuelve un caníbal en sus sueños.

>En el Bicentenario de la Independencia, el pequeño viajó al pasado para recordar los hechos.


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