PUNTO DE VISTA

El gobierno de México ya está llevando a cabo recortes presupuestales. Las finanzas estatales y las municipales son las que están ya experimentando esta disposición que incluye disminución de sueldos y salarios desde modestos burócratas hasta presidentes municipales y gobernadores, lo que sin ninguna duda ya nos dice que estamos en medio de una crisis económica de la que no hay quien pueda decirnos cuándo saldremos dado que en esos mismos problemas se encuentran las economías asiáticas, de Europa y hasta la de Estados Unidos.

En pocas palabras puedo decir que México prácticamente está en bancarrota.

Pero los mexicanos ya sabemos lo que es padecer ese tipo de problemas y con fe y esfuerzo de cada uno de nosotros en tiempos pasados hemos salido adelante.

Yo recuerdo que en una ocasión mi padre, Heriberto Deándar Amador, nos dijo en una comida en donde estábamos todos sus hijos, que estaba atravesando por tiempos difíciles y por lo mismo teníamos que apretarnos el cinturón. Y en ello incluyó a los trabajadores.

Fue una medida que por supuesto a todos nos dolió pero finalmente EL MAÑANA logró sortear ese obstáculo y de ahí se encaminó a convertirse en una importante casa editora.

Hoy en día EL MAÑANA vuelve a estar en ese tipo de problemas y todos los que aquí trabajamos sabemos que vienen tiempos de sacrificios, pero todos los que laboramos en esta casa editora, desde ejecutivos hasta los más modestos empleados traemos en los genes el espíritu y el carácter para soportar tiempos difíciles porque nuestra historia nos dice que saldremos avantes.

Pero mientras tal cosa se logra, hay sacrificio.

Esta situación por supuesto que no es privativa de Editora DEMAR, es la de muchas empresas en todo el país

Las medidas restrictivas que anuncia el gobierno de México son el preludio de tiempos difíciles pero en el pasado los mexicanos los confrontamos y seguimos de pie como nación.

Entonces no hay de otra, a apretarse el cinturón así como a levantarse temprano y redoblar el esfuerzo es la mejor fórmula para superar obstáculos.

Pero desde luego que nuestras autoridades al igual que los líderes de poderosos sindicatos tendrán que estar a la altura de ese sacrificio ciudadano. Resultará en ellos obligado ser eficientes y también honrados, no a medias sino a plenitud.

Seria imperdonable que mientras la ciudadanía se sacrifica, ellos se siguieran dando la gran vida como si nada estuviera pasando.

Los derroches, las corrupciones y las insensibilidades ya no tienen cabida en nuestro país. 

Que se miren en el ejemplo de Guatemala en donde hoy está en prisión su último presidente por no atender las señales.

Nuestros gobernantes están a tiempo porque el ciudadano afortunadamente todavía no recurre a la protesta callejera para reclamar derroches o corrupción. Esos vicios ya no deben existir y así entre gobernantes y gobernados esforzándonos al mismo tiempo es como lograremos salir de esta crisis económica.

Por ello no deben desmoralizarse los empresarios en sus diversos niveles.

Que recuerden tiempos pasados en los que lograron salvar obstáculos. Desmoralizarnos seria la peor de las actitudes.

Acrecentarnos ante los problemas es lo obligado pero que también los gobernantes hagan su parte.

Vienen tiempos difíciles, ya todos lo sabemos cómo también de qué forma los superaremos.