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Pueblo más viejo que Reynosa. Sigue siendo un típico pueblo rural

Fundado en 1846 por la familia compuesta por José María Garza Adame y la señora Martina Villarreal Saldaña, era conocido como ‘El Charco Escondido’

(*) La fama de Charco Escondido es mucha, pero porque allí casi no vive nadie.

Pueblo más viejo que Reynosa. Sigue siendo un típico pueblo rural

Reynosa, Tam.- Viejas construcciones son los mudos testigos del progreso de otros años.

Algunas dan la impresión de haber sido auténticas fortificaciones de adobe, ladrillo y piedra, hechas “con toda la mano”. Pero su gente se fue a las ciudades fronterizas o al lado americano.

Ya ni siquiera vienen. Ni los familiares de Reséndez, pues la casa tiene años que no se abre; nadie tiene la llave.

Cuentan que el pueblo es más viejo que Reynosa. Quedaba precisamente en la ruta que va de San Fernando hacia el norte, y de Monterrey a Matamoros, o lo que se llamó Sendero Nacional.

Allá por 1750, la gente que vivía por El Charco se habría ido a la frontera a fundar lo que ahora es Reynosa.

Después llegaron otras familias que se apellidaban Garza, y le pusieron como ellos, Congregación Garza.

Ahora es una ruta de Petróleos Mexicanos que explota yacimientos de gas natural. Allá pegado a la sierra, 30 kilómetros arriba tienen sus campamentos y sistemas de bombeo (aquí no hay ninguna sierra, ni cerros siquiera).

Aunque cuenta con pavimentación, energía eléctrica y agua potable, el Ejido Congregación Garza, también conocido como “El Charco”, sigue siendo un típico pueblo rural.

La calidez de sus habitantes, la sencillez con la que viven y la amabilidad que los caracteriza, hacen de este ejido enclavado a 40 kilómetros al sur de Reynosa, un poblado digno de admirarse.

Inicialmente fue conocido como el rancho “El Charco Escondido”, fundado en 1846 por la familia compuesta por José María Garza Adame y la señora Martina Villarreal Saldaña, que a su vez se las compraron al Gobierno de Tamaulipas.

Estas tierras eran parte de la gran extensión denominada “La Sauteña”, del señor Del Sauto.

El nombre del poblado según cuentan, se dio porque algunos vaqueros perdieron un perro, el cual posteriormente regresó bañado en lodo. Fue entonces que se descubrió un estanque cubierto por una gran cantidad de maleza.

El Charco siguió los pasos de numerosos ranchos que se instalaron dentro de la hacienda La Sauteña desde el siglo 18, al tener sus propietarios una presencia apenas visible.

La región prosperó al grado que muchas familias de Camargo y de Reynosa se fueron a radicar a este lugar fincando sus hogares.

El 16 de junio de 1901, se expidió un decreto por lo que de “El Charco” se cambió el nombre del ejido a “Congregación Garza”, en honor a José María Garza Adame.

El 13 de julio de 1870, El Charco fue escenario de una gran batalla entre las fuerzas rebeldes al mando de Benito Juárez y las tropas del Gobierno Federal.

Los sublevados estaban comandados por el general Pedro Ignacio Martínez, Pedro Hinojosa e Ireneo Paz.

(*) Fragmento tomado del sitio Turistam

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PILAR. Congregación Garza es parte fundamental de la historia de Reynosa




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