buscar noticiasbuscar noticias

PUEBLA SE ANTOJA

La Angelópolis ofrece añejas edificaciones decoradas con mosaicos de talavera, sus dulces y su famosa gastronomía

Puebla, Puebla 

ESPLENDOROSA.Un buen punto de partida para iniciar un recorrido es la Catedral Basílica de Puebla, como se conoce a la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, de estilo barroco y herreriano.PUEBLA SE ANTOJA

Para experimentar la Angelópolis es necesario darse una vuelta por el Centro Histórico y agudizar los sentidos. Hay que observar detenidamente añejas edificaciones forradas en bellos mosaicos de talavera, escuchar el trajín de los transeúntes y probar los afamados platos de su cocina.  

“Es una ciudad que tiene un clima muy agradable y que hace que la visita sea completa, no solamente con los ojos, sino también con el sentido del gusto”, dice Alejandro Cañedo, Secretario de Turismo municipal.

imagen-cuerpo

A CAMINAR. Puebla es una ciudad que tiene un clima muy agradable y que hace que la visita sea completa, no solamente con los ojos, sino también con el sentido del gusto.

HISTÓRICO

Un buen punto de partida para iniciar un recorrido es la Catedral Basílica de Puebla, como se conoce a la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, de estilo barroco y herreriano. Del inicio de sus construcción, en 1575, hasta que fue consagrada, en 1649, pasaron 74 años. Tanto de día como de noche destacan sus dos torres de 70 metros de altura. 

Otra de las joyas arquitectónicas que los visitantes deben admirar en esta capital es la Biblioteca Palafoxiana, está ubicada a un costado de la catedral y fue fundada en 1646, por el obispo Juan de Palafox y Mendoza. Con un acervo de más de 45 mil ejemplares fue reconocida en 2005 por la UNESCO como “Memoria del Mundo”, ya que conserva su edificio, estantería y mobiliario originales.

Para continuar con el festín arquitectónico-cultural hay que explorar la Capilla del Rosario, anexa al Templo de Santo Domingo, en la Calle 5 de Mayo. Fue inaugurada en 1690 y es considerada una gran joya del barroco.

imagen-cuerpo

SIN FALTAR. Darse una vuelta por el Centro Histórico y agudizar los sentidos.

SU COMIDA

Tras conocer tan sólo algunas de las maravillas que posee esta ciudad, muy probablemente surja el apetito. Algunos visitantes optan por ir al Mural de los Poblanos, que sirve cocina tradicional rescatando recetas e ingredientes de la época colonial. Ubicado en el número 506 de la Calle 16 de Septiembre, ahí se pueden probar desde una trilogía de cemitas y una sopa poblana (elaborada con rajas, calabaza, queso fresco, grano de elote, champiñón, flor de calabaza y epazote) o unos chiles en nogada; estos últimos, si la visita se realiza durante julio, agosto y septiembre, hasta un mole.

Sin embargo, para probar este último y emblemático guiso, hay quienes sugieren dirigirse a la Casita Poblana, también ubicada en la Calle 16 de Septiembre, pero en el número 3912. El mole poblano de este sitio fue galardonado como el mejor plato de América Latina en el Festival Chowzter World’s Tastiest Fast Feasts 2014.

Para satisfacer la ansiedad por el azúcar es necesario andar por la Avenida 6 Oriente, conocida también como la Calle de los Dulces o Calle de Santa Clara donde más de uno se da vuelo comprando en diversos negocios: camotes, turrones, rompope y las famosas tortitas de Santa Clara. Una parada imperdible se realiza en la Gran Fama. Tras adquirir dulces recuerdos para llevar a familiares y amigos, vale la pena conocer alguna cantina tradicional. Una de ellas es La Pasita, en el número 602 de la Avenida 5 Oriente, y probar un licor elaborado a partir de pasa, servido en un vaso tequilero y al que se le introduce un palillo que tiene montada una pasa y un trozo de queso manchego. Otra opción es La Ópera, en el número 1303 de la 16 de Septiembre, ahí hay que probar un coctel llamado menyul.

imagen-cuerpo

PARA EL PALADAR. Una parada imperdible en Puebla se realiza en la Gran Fama para adquirir dulces tradicionales.

PARA REPOSAR

Un reposo es necesario luego de haber merodeado por algunos sitios de esta bella ciudad, y una casona del siglo 18 ubicada en el número 12 de la Calle 9 Oriente, parece ser la opción ideal. Cada una de las alcobas de El Sueño Hotel & Spa presume una temática diferente en honor a 20 “soñadoras”, así que no queda más que obtener un descanso reparador inspirándose en grandes como Frida Kahlo, Tina Modotti o Remedios Varo. Tampoco hay que perderse un tratamiento en el spa, una suculenta y, por supuesto, un trago para celebrar una ocasión especial. 

Definitivamente, Puebla tienen varias opciones y es un buen momento para voltear a verla y soñar con ella. 

imagen-cuerpo

DE ENSUEÑO. Cada una de las alcobas de El Sueño Hotel & Spa presume una temática diferente en honor a 20 “soñadoras”, así que no queda más que obtener un descanso reparador inspirándose en grandes como Frida Kahlo, Tina Modotti o Remedios Varo.




DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD