Prefieren seguir por su cuenta

Cd. Victoria, Tam.- Entre tres y cuatro mil personas de diversas nacionalidades permanecen varadas en la ciudad de Reynosa a la espera de recibir asilo político en los Estados Unidos, sin embargo y ante el temor de ser deportados y a la inseguridad, prefieren permanecer en campamentos improvisados antes de buscar refugio en alguno de los albergues en el resto de la franja fronteriza.

El Gobierno mexicano tiene qué buscar de una y otra forma para que esta gente no quede estancada en la frontera de México.* Héctor Silva de Luna, director del albergue Senda de Vida en Reynosa

Cd. Victoria, Tam.- Entre tres y cuatro mil personas de diversas nacionalidades permanecen varadas en la ciudad de Reynosa a la espera de recibir asilo político en los Estados Unidos, sin embargo y ante el temor de ser deportados y a la inseguridad, prefieren permanecer en campamentos improvisados antes de buscar refugio en alguno de los albergues en el resto de la franja fronteriza.

“Está el gobierno tratando de brindarles apoyo a los migrantes, pero ellos por el temor, por lo que está pasando con la frontera de nuestra ciudad y la ciudad de Matamoros, muchos de ellos tienen temor para moverse a un albergue”, indicó el director de ‘Senda de Vida’ de Reynosa, el pastor Héctor Silva de Luna.

“Nosotros éramos el punto a donde ellos estuvieron llegando… gracias a Dios esto ya se tranquilizó, lo que se nos está complicando es la espera porque están entre los dos países”, dijo.

El pastor de iglesia cristiana dijo que entre la población flotante se encuentran ciudadanos venezolanos, cubanos y hondureños, asimismo en menor medida migrantes rusos, bengalíes, y algunos congoleses, entre otras nacionalidades tanto europeas como asiáticas y africanas.

En su mayoría, estos cuentan con empleo con el cual ayudarse a sobrevivir en tanto les resuelta su petición de asilo en el vecino país del norte.

“La mayoría de ellos ya ingresaron hacia los Estados Unidos y fueron retornados para esperar, para trabajar en su asilo, ellos ya han sido regresados y tienen sus papeles para la espera”, dijo.

Dentro de estos casi cuatro mil migrantes se encuentran muchas mujeres acompañadas algunas por sus propios hijos. “Quienes no pueden enfrentar la situación del trabajo porque son migrantes, ellos prefieren ir al albergue, entonces estamos nosotros apoyando, la mayoría de ellos tienen trabajo y lo que sí están poquito preocupados es por la situación que se vive en la frontera”, reiteró.

El pastor Silva de Luna señaló que ante la desaparición de apoyos de parte de la Federación para asociaciones civiles que se encargaban de atender el tema migrante, como el albergue ‘Senda de Vida’, instituciones como el Sistema DIF Tamaulipas ya se han acercado para ayudar en cuanto a alimentación, educación y material educativo.