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Pesadilla sin fin...

Familias inician paulatino retorno a sus hogares; otros esperan a que baje la inundación

Duermen en colchonetas, casi a la intemperie, solamente cobijados por una plaza comercial que nunca fue terminada.

Las familias usaron de albergue la plaza comercial que quedó inconclusa.Pesadilla sin fin...

La estructura tiene años abandonada, se empezó, pero nunca se terminó y que ante las lluvias que causaron inundaciones, fuero utilizadas por los vecinos de las colonias aledañas a la laguna La Escondida, que se desbordó.

Cuatro días lleva una familia de la colonia Azteca, cada familia ocupó un local, aunque no hay divisiones, pero colocaron sus sillas, colchonetas y cobijas para esperar a que bajara el nivel del agua.

Poco a poco la gente va dejando la plaza comercial, ya quedan pocos, pero incluso la planta alta también fue utilizada por las familias como albergue.

Personas solidarias llevan alimentos, agrupaciones religiosas también llevan comida, agua o ropa y zapatos.

RETORNO A CASA

Las familias de los alrededores a la laguna La Escondida, aprovecharon la plaza comercial sin concluir para dormir por varios días, junto con adultos mayores y niños.

Poco a poco van regresando a sus hogares, aunque todavía hay familias en espera de regresar a sus hogares.

De igual forma a un lado de una ferretera muy conocida a la entrada de la colonia, Ernesto Zedillo, también familias acamparon con colchas.

AYUDA SOLIDARIA

Personas de buen corazón llevaron ropa y alimentos en lugares donde familias resultaron afectadas por las lluvias, pero algunas donaciones han terminado en la basura.

En el libramiento Oriente, se puede ver ropa que dejaron las familias, que no quisieron, por lo que fue abandonada en plena banqueta.

Junto con basura, la ropa y zapatos, quedaron en la banqueta, en espera a que alguna persona si los necesite o los pueda utilizar.

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 Paulatinamente las familias abandonan la plaza comercial en construcción.

 La planta alta también fue utilizada por las familias como albergue.

 Personas solidarias llevan alimentos a los refugiados.

 Agrupaciones religiosas también llevan comida, agua, ropa y zapatos.

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ACAMPAN. Afuera de una ferretera a la entrada de la Ernesto Zedillo.

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POCO A POCO. Empiezan a dejar las instalaciones para regresar a su hogar.



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