Pedro Kóminik llegará a EUA con su programa de humor fino y placer

El sexo nuestro de cada día, una de las nuevas propuestas de la parrilla programática de Canal 22, entreteje investigación y humor para tocar temas y mitos que rodean al sexo, al cuerpo y las identidades de género.

En entrevista con  Notimex, Kóminik habla de la emisión, de su estreno el 2 de noviembre próximo en Estados Unidos a través de la señal del Canal 22 que se emite para ese territorio, y todo lo que conlleva estar en la pantalla chica cada semana con un programa que se refiere a temáticas antes tabú, intocables en televisión abierta.

Al respecto, el actor, productor, cantante y cabaretero de corazón se refiere a la total libertad editorial, “libre de cualquier tipo de censura”, que encontró en el canal estatal para poder emprender el programa. Una apertura que permite hablar de cualquier tema, incluso mostrar desnudos totales, si el tema lo justifica.

“La idea del programa es hablar de sexo como un asunto político, identitario y filosófico, siempre a la par del placer en su más amplia acepción: Entender al sexo de una manera más amplia, no solo desde lo clínico, anatómico o coital, sino como un asunto que tiene que ver con género, diversidad, con una política del cuerpo, sin olvidar que el eje de la emisión es el placer”.

Al preguntarle cuál sería la definición de placer que más se acerca al concepto del programa, Kóminik dice que en principio el placer no necesariamente tiene que ver con el orgasmo; se relaciona con otro tipo de cosas, del cuerpo, de la mente, que te llevan a un estado de bienestar.

“La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), establece que el placer es un derecho. Es decir, si la gente tiene acceso a la salud pública, no nada más a la salud sexual y reproductiva, si su autoestima está sana, con acceso a la salud mental, y el entorno social es respetuoso y permite la coexistencia armónica de todas las identidades, entonces podemos acceder al placer”, asegura el artista.

En cuanto a la combinación del sexo y el humor en la pantalla chica, que si es superficial muchas veces deviene en vulgaridad, el creador del programa dice que estamos acostumbrados a la fórmula que dice que la suma del humor y el sexo es igual a vulgaridad.

“Hay que romper con eso, porque la ignorancia genera violencia. Por ejemplo, si la gente desconoce cuál es el proceso por el que ha pasado la comunidad LGBTTTIQA, entonces hace chistes homofóbicos, por ignorancia.

“Esta ignorancia ha sido capitalizada por los medios, principalmente por la televisión abierta. Los chistes escatológicos, misóginos y homofóbicos apelan a lo peor de la sociedad, y estos estereotipos se refrendan en muchos de los programas de la televisión privada, sobre todo los dirigidos a la población más vulnerable educativa y económicamente. Se fomentan patrones de violencia a través de la risa”.

El ganador del premio de la APT al Mejor Espectáculo de Teatro Cabaret (2018), asegura que “se piensa que un chiste homófobo o misógino en un programa cómico de televisión no impacta negativamente. Todo lo contrario, si yo me puedo reír de que una mujer sea sometida, que se le trate como objeto, que en pantalla solo sirva para estar parada en bikini, entonces se da por válido que en la calle puede ser cosificada y tratada de la misma manera”.

A lo largo de su carrera, más de 30 años, Pedro ha hecho más de 60 puestas en escena. Esta experiencia lo lleva a reflexionar acerca del humor en el programa, que se transmite los sábados a las 22:00 horas.

“Lo que proponemos en el programa, que es lo que hace gente como Regina Orozco, Las Reinas Chulas, Astrid Hadad, es investigar los temas para entender que el verdadero humor está sustentado en la realidad, en la empatía. Ese es un humor sano. En el programa tenemos un panel de sexólogos que investigan los temas. El humor de nuestro que desarrollo se fundamenta en revelar a la gente lo absurdo de sus prejuicios”, abundó.

Para Kóminik, el éxito de El sexo nuestro de cada día se debe al rigor y al respeto con el que se abordan los temas. “Nos referimos a las cosas por su nombre y eso lo agradece el público. Por eso invitamos también a gente mediática, pero que tiene cosas importantes que decir. Son voces que pueden cambiar conductas. No son solo celebridades, tienen alta capacidad de discurso y están comprometidas con causas sociales”.

En cada uno de los programas se aborda un tema distinto, desde erotismo adolescente, sexo en la tercera edad, sexo en la discapacidad, nuevos cuerpos (aceptación y corporalidades fuera del uso de la publicidad), cultura "swinger", transfilia, orgasmo, hasta violencia obstétrica, entre muchos otros.