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Payasos defienden su humor contra majadería

Sergio Humberto Rodríguez Blanco quien es payaso de profesión desde hace 52 años e interpreta a “Arañita”, proclama que esta actividad laboral como muchas sufre de la competencia desleal por parte de aficionados que con el hecho de pintarse la cara se creen payasos y con capacidad para entretener o hacer reír a un público, sin tener conocimiento elemental de qué es un payaso

Peor aún  -prosigue en la entrevista- hay muchas personas que al pintarse la cara inundan las plazas y camiones del transporte público o se emplean en algunas fiestas y por su habilidad para contar chistes y ejercer “albures” de cantina asumen que son payasos.

La risa de lo niños no debe ir acompañada de ofensas ni agresiones por quienes se dedican a la risa.Payasos defienden su humor contra majadería
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¨Los payasos o recurren a la majadería para divertir a las familias... no hay tolerancia para las improvisaciones.¨ Sergio Rodríguez, El Payaso “Arañita”.

“Ahorita ya cualquiera que se pinta la cara es payaso y no, ese es un error, el payaso nace no se hace, no hay tolerancia para las improvisaciones, nosotros trabajamos y nos preparamos durante mucho tiempo”, afirma, al añadir que hace unos días el Sistema Municipal DIF le entregó un reconocimiento por sus 52 años de trabajo como payaso.

“Yo en lo personal tengo 52 años trabajando y cumpliendo esta vocación de payaso y sabemos que es difícil el entretenimiento y capacidad de hacer reír, hoy surgen personas que se pintan la cara, dicen algunos chistes y se burlan de los niños o son majaderos y groseros con las mujeres y dicen que son payasos, no, no, esa clase de personas denigran nuestra profesión”, sostiene.

Fundamenta que el auténtico payaso tiene una misión y un compromiso con la gente menuda al hacerla reír y proporcionar diversión y alegría, pero jamás sin ofender o faltar el respeto al público.

Lamenta que en las plazas y barriadas de la ciudad se tolere la presencia de payasitos majaderos y groseros que se ponen a echar bravuconadas y malas palabras en detrimento de la imagen de un verdadero payaso.



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