buscar noticiasbuscar noticias

Parten a pie desde Hungría hacia Austria

Cientos de refugiados que llevaban días varados en Budapest emprendieron este viernes la marcha a pie hacia la frontera con Austria, que queda a casi 200 kilómetros de la capital húngara.

Budapest, Hungría 

Un grupo de unas 200 personas caminó por la calle Hegyalja para abandonar la ciudad en la que las autoridades les impidieron abordar trenes que les llevaran hasta Alemania.

Padres, niños, ancianos, familias andan en este momento por la autopista húngara, rumbo a Austria, con sus carritos y mochilas, y repitiendo una y otra vez: "Siria; Austria".

Cerca de la una de la tarde, los refugiados empezaron a caminar en dirección del centro histórico de la capital húngara.

"La situación aquí es nefasta, llevo cuatro días y no se puede estar más", explicó Nasir al Omar, un estudiante de Arte y Literatura de la Universidad siria de Alepo.

Hace mella exasperación

Más de 60 se escaparon de un centro de acogida cerca de Bicske, en el centro del país, horas después de que 300 hicieran lo mismo en otras instalaciones de recepción de extranjeros ubicadas en la frontera con Serbia, según informó Reuters.

Un tren varado en una pequeña estación al oeste de Budapest fue el epicentro de la crisis migratoria europea.

Cientos de refugiados (el número es todavía difícil de calcular) trasladados este jueves por la mañana de Budapest a Bicske, una pequeña localidad húngara a 36 kilómetros de la capital, permanecen en los vagones.

Se niegan a entrar en el campo de acogido de la localidad. Otros muchos, sin embargo, ya fueron trasladados el jueves ahí.

Los migrantes no quieren que las autoridades húngaras registren sus identidades, un trámite que implica que es en ese país, en este caso Hungría, el que debe tramitar su solicitud de asilo.

Quieren seguir camino hacia Alemania. Muchos muestran sus boletos.

El tren que tomaron el jueves en la estación de Keleti de Budapest tenía por destino la ciudad de Sopron, junto a la frontera con Austria. Desde ahí, los refugiados, sirios en su mayoría, pretendían seguir a pie.

Sorpresivamente, la Policía detuvo el convoy en Bicske y trasladó a muchos al campo de acogido situado en el lugar. Otros resisten.

Pasaron la noche en el tren. Reclaman libertad para seguir viaje. Ofrecen resistencia pasiva. Algunos se tiraban ayer a las vías, desesperados al saber que no podrían alcanzar la frontera austriaca.

La severidad con la que actuó la Policía en la estación de Bicske alentó a muchos a quedarse en el tren, el único tren que partió ayer de la capital húngara.

En Budapest, mientras tanto, continúa la acampada de más de 2 mil inmigrantes. Desalojados de la estación al mediodía, el hacinamiento en el exterior fue aún más denso, aún más penoso.

Para los transeúntes y periodistas nacionales y extranjeros, es difícil no pisar a alguien al caminar por la plaza o la explanada inferior que une la estación con el metro.

La compañía ferroviaria húngara MAV, por su parte,informó que no partirán trenes desde la capital hacia destinos de Europa Occidental, sólo a las fronteras, donde los pasajeros deben cruzarla a pie y allí subir a otros vehículos para llegar sus destinos.

Este viernes por la mañana un tren rumbo a Sopron partió desde la estación sin refugiados, supuestamente porque estos esperan que se reinicie el transporte directo a países como Austria o Alemania, informó el portal Index.

Huida tras desesperación

Por otro lado, cientos de refugiados huyeron hoy de un centro de acogida en el sur de Hungría, donde estaban internados, informó la prensa húngara.

La Policía local estima que unas 300 personas salieron corriendo del centro de Röszke, en el extremo sur del país, y se dirigieron hacia la carretera M5, señaló el portal de noticias Index.

Un corresponsal de ese medio en la zona explicó que parte de los refugiados corrieron hacia un cercano campo, mientras que agentes los perseguía para llevarlos de nuevo al centro de acogida.

La mayor parte de los refugiados huidos fueron retenidos nuevamente, aseguró la prensa local.

En Röszke, donde en el pasado se produjeron ya disturbios entre refugiados y las fuerzas del orden, se encuentran internadas cerca de 2 mil personas a pesar de tener una capacidad para solo 800.

Los medios locales hablan de dos razones para el intento de huida de los refugiados.

Una de las teorías es que los refugiados deseaban hablar con la prensa sobre sus condiciones en el centro, lo que las autoridades les denegaron.

La otra señala que la huida es una protesta contra las malas condiciones en el centro, causadas sobre todo por la excesiva población en el mismo.

Policía checa marca con números a los refugiados

La prensa checa informó que el martes la policía retuvo en Breclav, en el sureste del país, a más de 200 sirios que viajaban sin papeles rumbo a Alemania.

Los agentes marcaron con rotulador indeleble números en las manos de los 115 hombres, 38 mujeres y 61 niños que llegaron desde Hungría, supuestamente para poder agrupar a los refugiados por familias, explicó la Policía local.

Esta medida causó comentarios críticos en las redes sociales por su similitud a los números que tatuaban los nazis a sus víctimas en los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.

La República Checa forma parte del grupo de países que se mostró contrario a las cuotas obligatorias para aliviar la crisis de refugiados en Europa.

"Las cuotas sería el camino equivocado", afirmó el Primer Ministro checo, Bohuslav Sobotka, el pasado 31 de agosto.

De momento, los checos se comprometieron a recibir mil 500 refugiados hasta el 2017.

Leer más: http://www.elnorte.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=633865&md5=8ead4da128bc4b9c8bd8c27edde66498&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3knfg73oF 

Follow us: @elnortecom on Twitter


Cientos de inmigrantes buscaron ingresar a pie a Austria desde Budapest y otros escaparon de un campo fronterizo húngaro. Foto: APParten a pie desde Hungría hacia Austria


DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD