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Para gozar…¡hay que viajar!

La ciudad portuguesa de Oporto logra con su belleza, cultura y comercio saturarse de turistas

Oporto, Portugal.

SUS FACHADAS. Un paseo por la Ribeira basta para comprender la magnitud de su belleza y encanto.Para gozar…¡hay que viajar!

El incremento en la llegada de turistas empieza a ahogar a Oporto. Ciudad portuguesa que, de a poco, en la que parece que la gastronomía y los comercios históricos están al servicio de las selfies. 

Un paseo por el centro basta para comprender la magnitud del cambio: los autobuses turísticos se acumulan en su avenida principal y varios restaurantes venden la francesinha, el plato estrella de la región.

PARA ADMIRAR

En las mesas, comensales -a todas luces extranjeros-, portando voluminosas cámaras de fotos o selfie sticks se debaten para inmortalizar tanto lo que comen como su paso por los otros imprescindibles de la ciudad: la Ribeira, con sus fachadas de colores, o la librería Lello, cada día con filas de media hora de espera.

"Aquí hace unos años no se encontraba prácticamente a nadie en la ciudad, y ahora hay un mundo de personas. Basta ir ahí, a la librería Lello, y ve una fila de 100 metros para visitar la tienda", admite a Efe Jaime Freitas, residente en Oporto desde que nació hace 71 años.

Freitas reconoce que el turismo es "la gran fuente de ingresos de la ciudad", aunque a un precio que a veces se le antoja demasiado elevado.

En Oporto, el pequeño comercio, es el alma de esta ciudad de 214 mil habitantes, también empieza a perder sus piedras angulares.

La gastronomía característica de la ciudad son las  francesinhas, los paseos, los parques de Oporto ofrecen una estancia magnifica en una elegante ciudad.

UN TEMPLO LITERARIO

Con 113 años recién cumplidos, la librería portuguesa Lello es uno de los principales puntos turísticos de Oporto, debido a su impresionante fachada gótica, a su selección de libros y a la curiosa historia de su fundación, lograda gracias a un billete de lotería premiado; anécdota que pocos conocen al haber quedado enterrada por la locura de Harry Potter.

Todo, en realidad, se debe a rumores jamás confirmados por la autora de la saga. Y es que se dice que Rowling se inspiró en esta tienda cuando escribía la historia del niño mago. 

Lello sería aparentemente el origen de la tienda de libros "Flourish and Blotts", donde Potter y sus compañeros compran cada año los libros para ir a Hogwarts; las escaleras de Lello, aseguran los fans, se corresponden con las vistas en las películas. 

Hoy por hoy hay filas para entrar y desde 2015 la administración impuso un costo de entrada: 5 euros, y la fórmula ha servido para incrementar las ventas, que ascienden a  mil 200 ejemplares por día. 


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SU GASTRONOMÍA. La francesinha, es el plato estrella de la región de Oporto.

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GRAN ATRACTIVO. La librería Lello.

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SIN IGUAL. La bella ciudad de Oporto en Portugal.




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