Papa otorga el palio, indumentaria litúrgica a los arzobispos mexicanos

PRESIDE. El Papa Francisco encabezó ayer la bendición del palio que recibirán 46 arzobispos metropolitanos, entre ellos ocho latinoamericanos, durante la misa de la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo.

Ciudad del Vaticano

Durante una misa en la basílica vaticana con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo, el líder católico bendijo varias de esas insignias, que son fajas de lana tejida con varias cruces negras que se colocan los arzobispos en las ceremonias solemnes.

El palio, símbolo de comunión con el pontífice, es una estola confeccionada con lana de corderos bendecidos por el papa que se coloca sobre los hombros de los nuevos arzobispos nombrados el último año.

Tradicionalmente el papa imponía el palio cada 29 de junio a los distintos arzobispos metropolitanos, pero este año prefirió que el palio sea impuesto en sus diócesis de origen por parte de un representante pontificio.

Simbolizan el respeto de los “metropolitanos” a la autoridad del obispo de Roma y la unidad de los fieles católicos de todo el mundo con él.

Junto con los mexicanos, otros 44 arzobispos de diversas partes del mundo recibieron también el Palio. Se trata de los clérigos designados en sus puestos en los pasados 12 meses.

Ellos son originarios de Argentina, Alemania, España, Malasia, Filipinas, India, Grecia, Japón, Irlanda, Australia, Estados Unidos, Bolivia, Eslovenia, Nigeria, Italia, Perú, Camerún, Paraguay, Tanzania, Haití, Angola, Kenia, Senegal, Brasil y Canadá, entre otros.

Por primera vez el Papa no impuso él los Palios a los arzobispos, como se hacía anteriormente, sólo recibió los bendijo y los entregó. La indumentaria será impuesta en cada diócesis, en ceremonias que comparta cada pastor con su pueblo.

“Los Palios bendecidos hoy por vuestra santidad serán impuestos por el representante pontificio a todos los arzobispos metropolitanos nombrados en el curso del año en la propia Iglesia metropolitana”, se escuchó durante la celebración.

Entonces los arzobispos pronunciaron un juramento en el cual se comprometieron a ser “siempre fieles y obedientes” al “beato Pedro apóstol”, a la “santa y apostólica Iglesia de Roma” y al “sumo pontífice y sus legítimos sucesores”.

Inmediatamente después tuvo lugar la bendición de los Palios por parte del Papa, quien pronunció una fórmula en latín en la cual pidió que los arzobispos se reconozcan como “pastores de la grey” y tomen sobre sus espaldas “el yugo evangélico”.

Deplora las  ‘atroces’ e ‘inhumanas’ persecuciones

El Papa deploró ayer las “atroces, inhumanas e inexplicables” persecuciones contra los cristianos que, dijo, perduran en muchas partes del mundo, “a menudo bajo la mirada y el silencio de todos”.

Durante el sermón de la misa que celebró en la basílica vaticana, con motivo de la festividad de los santos Pedro y Pablo, Francisco citó una lectura de la Biblia que habla de la primera comunidad cristiana acosada por la persecución.

Recordó que esa comunidad fue duramente perseguida por Herodes que “hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan” y “decidió detener a Pedro… Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel”.

“Cuántas fuerzas, a lo largo de la historia, han intentado –y siguen intentando– acabar con la Iglesia, desde fuera y desde dentro, pero todas ellas pasan y la Iglesia sigue viva y fecunda, inexplicablemente a salvo”, constató más adelante.

“Los creyentes en el nombre de Cristo han resucitado a muertos, han curado enfermos, han amado a sus perseguidores, han demostrado que no existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene la fuerza de la fe”, abundó.

Ciudad del Vaticano/Agencia Notimex