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Político pobre, pobre político

El poderoso Grupo Atlacomulco, que acaba de adjudicarse un nuevo triunfo para poder cumplir con la profecía de que de ahí habrían de salir seis gobernadores y un presidente de la República

El poderoso Grupo Atlacomulco, que acaba de adjudicarse un nuevo triunfo para poder cumplir con la profecía de que de ahí habrían de salir seis gobernadores y un presidente de la República, fue integrado por el destacado diplomático, historiador y político Isidro Favela, quien fuera gobernador del Estado de México de 1942 a 1945; sin embargo, es lugar común atribuir su formación y fortalecimiento al profesor Carlos Hank González. 

Hank González, falleció el 11 de agosto del 2001, a los 73 años de edad, a consecuencia de una penosa y prolongada enfermedad. Luego de su desaparición, se ha polarizado la opinión acerca de su desempeño como político; el Partido Revolucionario Institucional lo considera un ejemplo a seguir, pues, a base de trabajo y esfuerzo logró encumbrarse y ser dueño de una respetable fortuna; para la oposición, es el paradigma del peor político.

Político pobre, pobre político

Su frase más famosa, la de que “Un político pobre, es un pobre político”, ha quedado como muestra de ingenio y conocimiento del quehacer público, a la vez que el culmen de la desfachatez con que se ejerce la tarea política. De Carlos Hank González viene la idea de la construcción de Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que por aquellos días se denominaba simplemente Aeropuerto de Texcoco, lo que evidencia el interés de los miembros del Grupo Atlacomulco en la empresa que ha venido a definir la política. 

Si se atiende la teoría del maestro Daniel Cossío Villegas, de que a la presidencia de la República sólo podía llegar una persona de origen humilde, que se hubiera elevado por sus propios méritos y que tuviera una sólida carrera político partidista, el Profr. Hank se convertiría en el arquetipo y, por tanto, en un fuerte aspirante al máximo cargo; pero, no pudo ser propuesto por su partido, luego de haber sido alcalde, gobernador, regente de la Ciudad de México, secretario de Turismo y de Agricultura, por ser hijo de extranjero.

Carlos Salinas reformó el Articulo 27 de la Constitución para quitar ese candado; pero, la iniciativa no estaba encaminada abrir camino a Hank, sino a Vicente Fox, que es hijo de una española. Al negársele el paso a la presidencia, el profesor dedicó sus afanes a hacer negocios. ¡Y lo hizo en grande! Con él se inicia la época del político-empresario, que tanto magnate ha dado al Anáhuac, incluyendo a los hombres más ricos del mundo.

Ahora, su nieto homónimo, Carlos Hank González, presidente del Grupo Banorte, sigue sus pasos; pero, con una exitosa incursión en la política y la economía global, dando una mayor fortaleza al Grupo Atlacomulco y sus principales socios empresariales dentro y fuera del país. Este destacado miembro de la dinastía posee el mismo sentido social del fundador y está promoviendo, por medio de su banco, el programa #MexicanosFuertes, a través del cual se dan a conocer las historias de mexicanos con iniciativa que triunfan.

De la misma manera que va viento en popa la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que el profesor Hank visualizó desde la gubernatura del Estado de México y la regencia del Distrito Federal; sus ideas y acciones permanecen vigentes en el quehacer del Partido Revolucionario Institucional, del cual fue consejero político nacional, líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y delegado en varios lugares del país, además de una figura principalísima en el panorama tricolor. 

Durante las mesas regionales de diálogo con rumbo a la XXII Convención Nacional, a celebrarse mañana, sábado, se han presentado las iniciativas que quitarán los candados que impiden a algunos favoritos del régimen ser candidatos a la presidencia, a la vez que se imposibilita el ‘chapulineo’ que ha permitido a políticos sin nada que ofrecer seguir uncidos a las ubres presupuestales, como sería el caso de los plurinominales de cajón en Tamaulipas Cavazos Lerma, Baltazar Hinojosa, Marco Antonio Bernal, Paloma Guillen, Gustavo Cárdenas y demás. Ni que decir de los añejos y sempiternos ‘dinosaurios’ (término de Hank González), Gamboa Patrón y Beltrones Rivera, jugando diferentes papeles y posiciones que garanticen el éxito en el juego del gatopardo.