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¡Milagro! ¡Milagro!

La idea del México providencial viene de don Agustín Yáñez, quien en su obra póstuma Santa Anna, espectro de una sociedad (1981), asegura que, al filo del despeñadero, ocurre algún acontecimiento fortuito que salva al país y a los paisanos de la catástrofe.

La idea del México providencial viene de don Agustín Yáñez, quien en su obra póstuma Santa Anna, espectro de una sociedad (1981), asegura que, al filo del despeñadero, ocurre algún acontecimiento fortuito que salva al país y a los paisanos de la catástrofe. En estos días, se afirma que el mercado cambiario reaccionó favorablemente al triunfo del partido oficial y que el peso mexicano va en franca redención con respecto al dólar.

Pero, ahí no acaba todo: han retornado al país 10 mil millones de dólares, que habrán de mejorar substancialmente la disponibilidad de recursos para el financiamiento de proyectos productivos que generen empleos bien pagados y produzcan los bienes y los servicios que demanda el consumo interno, con la ventaja de exportar lo que aquí no se alcance a vender. Todo gracias al buen tino de los votantes que actuaron con cordura.

¡Milagro! ¡Milagro!

Asegura el libro de libros que: “La fe mueve montañas” y seguramente así debe ser; pero, también señala por ahí que: “A Dios rogando y con el mazo dando”, que significa que, además de creer, es obligatorio saber para poder entender a plenitud el acontecer en las tierra del Anáhuac, donde todo se percibe confuso, dudoso, ladino. En la sabiduría popular, decantada por la experiencia, se dice que el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla. Así que habría que ver cómo está eso de que todo va viento en popa.

Ciertamente, la cotización del peso frente al dólar ha venido bajando en la medida que se ha visto que las algaradas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no pasaban de ser poses y declaraciones mediáticas para lograr la presidencia y luego para consolidarse en el poder a pesar de la metralla constante que recibe de sus rivales; pero, luego del 4 de junio, esa tendencia se acentuó y para hoy el dólar esta por debajo de los 18 pesos. Independientemente del retorno de los capitales que se encontraban fuera.

Nomás por pura suspicacia, consultando el portal del Banco de México, disponible para quien tenga ganas de enterarse, de la semana del 4 al 11 de junio, y según el Boletín Semanal sobre el Estado de Cuenta del Banco de México: “Se dan a conocer los saldos preliminares del estado de cuenta correspondientes al viernes 9 de junio de 2017. En la semana que terminó el 9 de junio, las variaciones relevantes en el estado de cuenta fueron: Una disminución en la reserva internacional por 117 millones de dólares (m.d.). Así, su saldo al cierre de la semana fue de 174,577 m.d.” ¡Ah, no; po´s así, cómo no!

Se lanzaron al mercado tantos dólares como fuera necesario para inducir a una baja artificial de la cotización y luego, ya con los cambios hechos a la Constitución que se hicieron recientemente para cancelar el derecho de las audiencias a recibir información cuando menos verosímil, alegar que todo se debe al buen comportamiento en las urnas.

El retorno de los 10 mi millones de dólares no tiene mayor chiste, puesto que con las tasas de interés fijadas absurdamente por el Banco de México y las que fijará la semana próxima, sería tonto no lucrar con la venta de garaje de la hipoteca del futuro de México y los mexicanos. ¿A dónde van a parar esos recursos provenientes del exterior? Según la Secretaría de Economía, en un 61.3 por ciento a la industria de la maquila y en un 9.6 por ciento a los servicios financieros, dos renglones en los que los beneficios internos son pocos y las ganancias que se van al exterior son elevadas. Un solo banco obtuvo en el 2016 ganancias por más de 40 mil millones de pesos, que transfirió a su matriz.

México estará a salvo y en vías de desarrollo cuando acabe la simulación, la corrupción, la falta de competitividad, la pésima educación, el capitalismo de amigos y las políticas entreguistas. Entonces sí, no será necesario engañar a la gente con trucos tan absurdos.

Entonces sí, las clases medias volverán a fortalecerse y a convertirse en el motor del desarrollo por su talento para producir y su capacidad de consumo. Restablecer el estado de derecho y fortalecer la vida democrática, es el camino. 

Bajo el imperio de la ley lloverá la inversión extranjera productiva y el peso volverá a ser una moneda dura, sin cuentos y sin engaños.