Los monólogos de la vitrina

En una charla de café preguntaba uno de los contertulios: por qué estaba bajando el precio del dólar y hasta dónde había de llegar. La respuesta fue simple: si cuaja la jugada oficial de centrar la disputa electoral en el estado de Coahuila, donde ya se comprobó que fueron rebasados los topes de campaña, y se apagan los reflectores en el estado de México para que del primo no tenga problema alguno, el dólar se estabiliza.

Lo dicho la semana pasado ha quedado totalmente comprobado. Ayer, a través de sus distintas instancias, todas del mismo corte y género, que integran el aparato electoral dieron a conocer que sí, efectivamente, quedó claro que el PRI y el PAN gastaron más de lo debido: 7.82 por ciento superior al tope, el primero y 4.53 por ciento más elevado, el segundo, según determinó el acucioso informe de la Unidad Técnica de Fiscalización. 

Ahora, el tema se centra en la posibilidad que existe de que la elección sea anulada como lo señala la legislación de manera muy específica, aunque se abre la puerta para que los partidos indiciados presenten las pruebas necesarias en descargo de la acusación que se les hace, lo que podría convertir todo este embrollo en agua de borrajas una vez que haya quedado a salvo el otro caso que no se puede tocar ni con el más leve susurro.

Como para que amarre, el organismo señala que en el Edomex, Alfredo del Mazo del PRI, gastó un total de 167.2 millones de pesos en los comicios, mientras la aspirante del PAN, Josefina Vázquez Mota, 147.9 millones de pesos y Delfina Gómez de Morena 135.1 millones de pesos, por lo que se estima no se rebasaron los gastos de campaña aunque se detectaron gastos no reportados de 52.1 millones de pesos en el caso del PAN, y de 50.9 millones de pesos en el del PRI y Morena con 8.4 millones de pesos.

Debidamente planchada la situación, ya no hay necesidad de distraer al respetable con un peso fuerte. Desde el pasado fin de semana, el dólar va recuperando su paridad y llegará a los niveles razonables, aunque en el mundo las monedas duras estén recibiendo fuertes embates, que nada tienen que ver con el manejo político de los grupos de poder que están buscando su permanencia más allá del 2018, para no tener que rendir cuentas.

Al respecto, antes de irse de vacaciones, el titular del INE, Lorenzo Córdova, tuvo la puntada de hacer declaraciones que fueron tildadas por los expertos como auténticos monólogos de la vitrina, parodiando a otros monólogos famosos. Dijo: “El objetivo que persigue la fiscalización es claro: transparentar el ejercicio del dinero invertido en la política, vigilar que se cumplan las prohibiciones y límites legales y, con ello, garantizar las condiciones de equidad en la contienda. De ahí que se haya convertido en un pilar del sistema electoral mexicano, factor de que depende la credibilidad de las elecciones”.

Y, luego se fue hasta la cocina: “Que la fiscalización hoy es más profunda que antes; que el trabajo de auditoría que debe realizar el INE en 45 días ha favorecido a una mayor transparencia de ingresos y gastos involucrados en la competencia democrática; que ha exhibido públicamente las operaciones de los partidos con sus proveedores y que ha contribuido a que cada vez más personas puedan conocer cómo se gasta el dinero invertido en la política.”. Para salir con los resultados que se esperaban desde antes, ¿qué caso tenía realizar toda esa faramalla?

Ahí hubiera quedado todo y tan-tan; pero, viene a ocurrir que el domingo pasado la profesora Delfina Gómez, ex candidata de Morena inició la #MarchaDeLaEsperanza que comprende diez caminatas por diferentes municipios del Estado de México, “así como las visitas a la Secretaría de Gobernación, la residencia Oficial de Los Pinos y el Tribunal Electoral del Estado de México, en defensa del voto de la pasada jornada electora del 4 de junio”. Con bastante ingenuidad, Gómez pidió a los diputados mediar.

Hay que volver al café para ver qué dicen los contertulios expertos en política, palique, economía y adivinación, y expliquen qué va a pasar con la paridad del peso con el dólar.