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Lo grave de los apagones: ¡el equipo no le ayuda al presidente!

La explicación más elemental que se nos dio, fue que las tormentas de nieve en el Estado de Texas, de la Unión Americana, complicaron el suministro del vital energético

La serie de apagones que afectó buena parte del territorio mexicano, incluyendo una de las regiones más productivas, se debió, en palabras muy sencillas, a la falla en la generación de energía eléctrica, por falta de uno de los insumos básicos para las plantas, el gas natural. La explicación más elemental que se nos dio, fue que las tormentas de nieve en el Estado de Texas, de la Unión Americana, complicaron el suministro del vital energético.

Pero en las redes sociales, muy pronto circularon las notas comparativas de los últimos meses. La reciente, en la que el Presidente afirma que la falta de gas natural, afectó a la industria eléctrica, por haberse encarecido de sobre manera su precio. La otra, al inicio de la administración federal, en la que el propio Presidente afirma que, haber realizado contratos por 30 años anticipados, en la pasada administración, era un acto irregular y que no había necesidad de esas reservas, dado que el precio era muy bajo.

Lo grave de los apagones: ¡el equipo no le ayuda al presidente!

La realidad es que cuando vino la contingencia en Texas, el precio del gas se elevó a tal grado que fue imposible comprarlo. Después que se dieron los primeros y sorpresivos apagones, la CFE, manejó que sustituiría el gas con carbón o combustóleo. Ante lo complejo del cambio por la tecnología de las plantas, se optó por comprar el gas, en donde fuera y al precio que se pudiera. Salió sin duda, más caro el remedio que mantener compras anticipadas.

Aquí apareció otro tema, no se adquirió oportunamente un seguro de cobertura que, al subir el precio del energético, permitiera garantizar un valor adecuado para su compra. 

¿Qué decisiones están en entredicho? Primero el cuestionar la celebración de contratos de compra anticipada por 30 años, así como su cancelación (se maneja en los medios de comunicación, que estos derechos adquiridos, fueron vendidos). Después, el no obtener un seguro de cobertura. Se incorpora también la omisión en la prevención de contingencias. 

Es claro que el señor Presidente, sabe y conoce la importancia del sector energético, pero nadie, salvo quienes han trabajado en las áreas públicas y privadas relacionadas con el ramo, son especialistas, para diseñar y aplicar políticas públicas en materia de energías, necesarias en un ejercicio de planeación de mediano y largo plazo.

Un gran aparato burocrático con muchos expertos y no hubo la posibilidad de generar reportes, comentarios e informes, que oportunamente apoyaran la toma de decisiones. ¿No hubo nadie que le dijera al Presidente, que los contratos a 30 años, era un asunto estratégico o que insistieran en la compra de seguros, que tuvieran alternativas a la mano para no comprar ahora el gas natural tan caro? Al parecer no lo hubo. Si no le dicen la verdad al Presidente, su gran equipo no le está ayudando y quien padece las consecuencias, es el pueblo en general. Necesitamos ya, los ciudadanos, pensar en: ¿Cómo ayudamos al Presidente?