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Corrosión

Ayer, salió a la luz pública el libro-entrevista al cardenal Peter Turkson, un católico ghanés, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, que cuenta con un prólogo del papa Francisco

Ayer, salió a la luz pública el libro-entrevista al cardenal Peter Turkson, un católico ghanés, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, que cuenta con un prólogo del papa Francisco. Al mismo tiempo, se inició el Debate Internacional sobre la Corrupción, organizado en colaboración con la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, en la Casina Pio IV. ‘Corrosión’, de Vittorio V. Alberti, es publicado por editorial Rizzoli.

El cardenal Turkson es considerado como uno de los eruditos de la Iglesia Católica y fue considerado uno de los más fuertes candidatos a suceder a Benedicto VI luego de su dimisión. Fue elevado al Cardenalato en el Consistorio del 21 de octubre de 2003. Recibió la birreta roja y el titulo de S. Liborio el 21 de octubre de 2003. Participó en el Cónclave del 18 y 19 de abril de 2005. En la Curia Romana perteneció al Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, al Pontificio Consejo Justicia y Paz y en la Comisión para el Patrimonio Cultural de la Iglesia. Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005. Ahora, al frente del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha puesto énfasis en la recuperación de los valores que hacen del ser humano una persona digna, sin que necesariamente se adopten los dogmas católicos, aunque si se sigan las enseñanzas de Jesús y de los santos padres que han señalado el camino para una vida plena y fructífera en bien propio y de los demás. En la entrevista con Alberti fue claro.

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Es por ello que el papa Francisco tuvo interés en escribir el prólogo del libro, destacando que: “La corrupción se encuentra en el origen de la explotación y tráfico de personas, de la falta de desarrollo, del tráfico de armas y drogas, de la injusticia social, del desempleo, de la esclavitud y de la degradación del medio ambiente. La corrupción es el arma y el lenguaje más común de las mafias y de las organizaciones criminales del mundo. La corrupción sustituye el bien común por un interés particular que contamina toda perspectiva general. La corrupción nace del corazón corrupto y es la peor plaga social porque genera gravísimos problemas y crímenes que afectan a todos”. 

En uno de los párrafos más importantes del prólogo, señaló el Papa que: “El corrupto asume la actitud triunfalista del que se siente más inteligente y más astuto que los otros. Sin embargo, la persona corrupta no se da cuenta de que se está construyendo su propia cárcel. Un pecador puede pedir perdón, un corrupto se olvida de pedirlo”. Agregó que: “También la corrupción de la Iglesia es la mundanidad espiritual, la tibieza, la hipocresía, el triunfalismo, el hacer prevalecer solo el espíritu del mundo sobre nuestra vida, el sentimiento de indiferencia”. Luego expresó: “Debemos hablar de corrupción, denunciar los males, comprenderla, mostrar la voluntad de hacer valer la misericordia sobre la mezquindad, la curiosidad y la creatividad sobre el cansancio resignado, la belleza sobre la nada. Nosotros, cristianos y no cristianos, somos como copos de nieve que si se unen pueden formar una avalancha: un movimiento fuerte y constructivo. He aquí el nuevo humanismo, ese renacimiento, esa re-creación contra la corrupción que podemos realizar con audacia profética”.

El debate sobre el Desarrollo Humano Integral es la primera reunión de un grupo internacional para reflexionar sobre la problemática global de la corrupción y su entrelazamiento con el crimen organizado y con las mafias. El grupo reúne cristianos y no cristianos, personalidades eclesiásticas e institucionales, magistrados, representantes de las policías, exponentes de movimientos y organizaciones, víctimas de crímenes, periodistas e intelectuales, así como embajadores. 

La jornada concluyó a las 19 horas, con una visita a la Capilla Sixtina y a la Habitación de la Signatura, ambas joyas de arte del Renacimiento, “para poner de relieve, a través de la belleza del patrimonio artístico, la importancia de la función educativa en el compromiso por la justicia y contra la corrupción”.