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Condena a Almagro

La respuesta del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, a la crítica hecha por el canciller Marcelo Ebrard por utilizar el organismo regional de manera facciosa tomándose atribuciones de carácter personal en vez de actuar institucionalmente, en observancia del estatuto que rige su desempeño, ha sido duramente criticada por naciones y órganos de carácter multilateral, como la Alianza Bolivariana de América. Almagro fue grosero y fuera de contexto.

Las diferencias entre la diplomacia mexicana y el dirigente de la OEA vienen de lejos, desde que apoyó el golpe de Estado en Bolivia con motivo de la reelección del presidente Evo Morales, en una jornada electoral con equipo y metodología digital que no dejaba lugar a dudas; pero que, con intervención de los organismos internacionales y los grupos de resistencia locales, se convirtió en irregular y luego se invalidó dando lugar a que una prácticamente desconocida llamada Jeanine Añez tomara la presidencia.

Condena a Almagro

Añez recibió todo el apoyo de la OEA para formar un gobierno que resultó una pesadilla para la gente de Bolivia porque impusieron un régimen de mano dura con intervención de las fuerzas armadas para sofocar cualquier intento de manifestación en contra de las políticas absurdas y las reformas al vapor de los textos constitucionales para desviar la ruta del crecimiento con desarrollo basada en la racional explotación de los recursos naturales para bien de todo el pueblo de esa nación andina, y poder saquear.

En las elecciones posteriores, triunfó de calle el partido de Morales y Luis Arce fue democráticamente elegido presidente. Fue entonces cuando Almagro intentó intervenir nuevamente utilizando el abanico de argucias para frenar las acciones del nuevo gobierno. La SRE censuró el nuevo intento de Almagro por intervenir en la detención de Jeanine Áñez, quien encabezó el golpe de Estado en esa nación. Ella debe responder por delitos graves de lesa humanidad y por la terrible corrupción que ahijó en Bolivia.

Tal vez el caso más escandaloso y evidente del terrible saqueo que perpetró el gobierno de Añez en contra del pueblo de Bolivia fue la detención de Arturo Murillo por autoridades de los Estados Unidos por presunto lavado de dinero y pago de sobornos en la compra de gases lacrimógenos. Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, indican que la compra de ese material, a través de la empresa intermediaria Bravo Tactical Solutions (BTS), costó a Bolivia 5.6 millones de dólares y tuvo un sobreprecio de 2.3 millones mismos que fueron para un ilegal enriquecimiento. 

Al respecto, el expresidente Evo Morales, cuya vida fue salvada por la intervención de la cancillería mexicana, expresó que: "Aquí no solamente deben ser juzgadas las exautoridades nacionales, sino también Luis Almagro y todo su equipo, no sólo para garantizar la democracia en Bolivia, sino en toda América Latina; ya es hora de poner orden en América Latina. Ahora que Murillo está preso, y sus cómplices lo condenan para librarse de culpa; pero el pueblo tiene memoria y juzgará con sabiduría".

En su mismo discurso, pronunciado luego de la detención de la presidenta autonombrada, Morales señaló que: "Cada día el pueblo comprueba que el gobierno de facto decía que luchaba por la democracia, pero en realidad saqueaba al Estado mientras reprimía, perseguía y masacraba a nuestros hermanos. Asaltaron el poder con la mentira del ´fraude (electoral)´. Usaron la Biblia para matar y robar". Situación ésta que no es nueva en las naciones del cono sur que han vivido las dictaduras.

Luego de haberse cumplido la orden de aprehensión de Añez, Almagro, a través de la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos advirtió que se había incurrido en un abuso de mecanismos judiciales en Bolivia y manifestó en un comunicado su: "Preocupación ante el abuso de mecanismos judiciales que nuevamente se han transformado en instrumentos represivos del partido de gobierno. El sistema judicial boliviano no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo", por lo que exigió "la liberación de todos los detenidos en el marco de este contexto, hasta contar con procesos y mecanismos imparciales para determinar responsabilidades".

Las intervención de Luis Almagro en los asuntos internos de los países miembros de la OEA a los que está obligado a respetar, ha llegado a tanto que el reconocido expresidente de Uruguay, Pepe Mugica le envió una carta en la que corta sus relaciones. Almagro fue su canciller de 2010 a 2015 y contó con el apoyo del prestigiado político para llegar a la presidencia del organismo internacional, además de ser amigos entrañables en las luchas políticas.

La carta en la que le muestra su arrepentimiento de haberle apoyado para que llegara a ese alto cargo del organismo multilateral, y cuyo respaldo resultó clave para alcanzarlo, dice, entre otras cosas que: "Lamento que los hechos reiteradamente me demuestren que estaba equivocado. Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido".

La Carta de la OEA dice en su título primero, artículo primero que: "Los Estados americanos consagran en esta Carta la organización internacional que han desarrollado para lograr un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia. Dentro de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos constituye un organismo regional.

La Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros".

En el segundo va más allá, cuando dice: "La Organización de los Estados Americanos, para realizar los principios en que se funda y cumplir sus obligaciones regionales de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, establece los siguientes propósitos esenciales:

a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente; b) Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención; c) Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias que surjan entre los Estados miembros; d) Organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión; e) Procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se susciten entre ellos; f) Promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico, social y cultural; g) Erradicar la pobreza crítica, que constituye un obstáculo al pleno desarrollo democrático de los pueblos del hemisferio, y h) Alcanzar una efectiva limitación de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social de los Estados miembros".

En ningún lado dice que debe intervenir o sancionar eventos de la vida política e institucional de sus estados miembros.