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Adiós al petróleo

En 2014 se publicó en este mismo espacio la inminente caída de los precios del petróleo y no pasó mucho tiempo antes de que ello ocurriera

En 2014 se publicó en este mismo espacio la inminente caída de los precios del petróleo y no pasó mucho tiempo antes de que ello ocurriera. De rondar los cien dólares el barril del oro negro, se vino hasta menos de cincuenta y por ahí ha andado. Durante la última reunión de la Organización de Países Productores de Petróleo y Rusia, se tenía la ilusión de que decidiera abatir su producción para elevar los precios en el mercado mundial.

Pero, no. Todos las naciones que tienen oro negro en condiciones favorables, esto es, que sea fácil y barato obtenerlo del subsuelo, han decidido aprovechar el valor actual del barril del bitumen, porque no podrá sostenerse por muchos años más. Existen diferentes vaticinios, unos hablan de que lo más probable es que ocurra una caída de la demanda global a partir de 2029, o antes si es que una mayoría de países civilizados se toma en serio las medidas contra el cambio climático acordadas en la Cumbre de París.

Adiós al petróleo

De hecho, la tendencia a la baja en la producción, demanda y consumo del oro negro ya empieza a notarse: hace una década llegó a un nivel máximo por encima de los cien millones de barriles de petróleo al día; actualmente ronda los 94 millones, con un claro declive, que puede ser lento; pero, también, inexorable. La era del petróleo está llegando a su fin. Lo dijo, con todas sus letras el director del Fondo de la Familia Rockefeller: “Teniendo en cuenta la amenaza que supone para la supervivencia de los ecosistemas humanos y naturales, no hay ninguna razón sensata para que las empresas sigan explorando nuevas fuentes de hidrocarburos”. Lo dijo el heredero del imperio petrolero.

El mayor uso que se da al petróleo es producir combustibles para la locomoción, esto es, el traslado de bienes y personas de un lugar a otro, principalmente con vehículos impulsados por motores de combustión interna, que al mismo tiempo que generan gases que se liberan al atmosfera, calientan el ambiente y contaminan de muy diversas formas no todas conocidas por el público consumidor que los utiliza de manare irracional, hasta para ir por las tortillas o al gimnasio a quemas las calorías que no gasta con la caminata.

Pues, hasta en México ya existe una producción comercial de vehículos propulsados con motores eléctricos, lo que habla de su popularización. Actualmente son muy caros por los obstáculos que aún presentan las industrias que los toman como una competencia desleal; pero, no tardará mucho tiempo en que bajen de precio y estén a disponibilidad del grueso de los consumidores. Con ello, la demanda de gasolina y lubricantes se caerá. 

Al anunciar el retiro de la familia Rockefeller del mundo de los negocios con el petróleo, el director del Fondo, Lee Wasserman, explicó que los herederos del gran negocio del petróleo se habían sentido ofendidos y engañados por los resultados que dieron a conocer el espacio noticioso InsideClimate y la Escuela de Periodismo de la Universidad Columbia, en el sentido de que no había problemas con la contaminación del medio ambiente debida a la quema de petróleo y de carbón y el cambio climático. Se sintieron afectados porque ambas instituciones reciben recursos de la fundación para sus estudios y para su publicación. 

Todas estas consideraciones están avaladas por el director del programa de Energía del Real Instituto Elcano, de España, Gonzalo Escribano, quien explicó que: “Arabia Saudí ha seguido una política tradicional de bajar precios e incrementar producción para echar del mercado a los productores menos competitivos. También era su forma de reducir el incentivo para investigar acerca de las energías limpias. Sin embargo, esa tendencia ha cambiado porque hay un desacoplamiento de las energías renovables al margen del precio del petróleo. La mejor prueba, está en el mercado: Ya no decaen las inversiones en energía renovables cuando el petróleo cae, lo que demuestra que es una tendencia imparable”. Pero, eso que saben los expertos de todo el planeta, en México se ignora. Lo que es difícil dilucidar es si se desconoce por torpeza o por mala fe. Que seguir trayendo dinero fresco a México con el cuento del petróleo, es siempre buen negocio.

Todavía se festeja con júbilo machacón que se encuentren nuevos yacimientos del oro negro, con reservas ridículas que nada tienen que ver con las exportaciones de 3.5 millones de barriles de petróleo al día, que trajeron carretadas de millones de dólares que no aparecen por ningún lado.