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Walt Disney y el Don de Perdonar

La amargura y la ira son dos emociones que pueden dañar la salud física y mental de una persona. He conocido a gente consumida por la ira y la amargura, que se convierten en personas que uno desea evitar. No toma mucho tiempo, al hablar con una persona enojada o amarga, para detectar su problema o problemas. Por otro lado, también he conocido a personas que no tienen rencor o resentimiento y hay una marcada diferencia en sus vidas. Son gente llena de gracia y perdón. Cuando hablo con personas que han sufrido una injusticia o han sido agraviados, pero han perdonado y salido adelante, hay una sensación abrumadora de libertad en sus vidas.

Hablan de experimentar la libertad en el sentido de que estas emociones negativas no controlarán sus vidas. Hay un sentido real de poder en el perdón que es difícil de etiquetar. Deshacerse del rencor le da a uno la posibilidad de elevarse por encima del rechazo y disgusto.

Walt Disney y el Don de Perdonar

Walt Disney, icónico creador del cine de animación infantil, se enfrentó a dos importantes reveses cuando comenzaba su negocio, podrían haberle descarrilado fácilmente si se hubiese vuelto amargado y resentido. Después de varios fracasos para lanzar su negocio de animación al inicio de los años 20s, cuando completó su primera caricatura de animación. La empresa de distribución con la que él trabajaba basada en Nueva York, la que Walt pensaba que distribuiría sus caricaturas a los cines, contrató y se llevó a sus principales animadores. La empresa le dijo que podía ingresar a trabajar para ellos o deshacerse de la idea del negocio, porque no pensaban que Disney tenía el talento para avanzar por sí mismo. 

Disney se reagrupó y empezó de nuevo, sin embargo, otra empresa contrató sus principales animadores dejándolo solo nuevamente. En dos ocasiones diferentes, las empresas contrataron a los talentosos empleados con los que Disney contaba, tratando de sacarlo del negocio de nueva cuenta. Al haber experimentado la misma injusticia en dos ocasiones decayó, por fortuna, momentáneamente. 

Yo creo que mayoría se habría se habría amargado y renunciado a perseguir sus sueños, al ver que empresas más grandes y mejor financiadas le robaran sus ideas y a sus empleados. Pero Disney tenía esa habilidad especial para olvidar y seguir adelante.

Disney le dijo a su hermano que mantuviera su frente en alto y que las cosas pasaban por algo. Disney adoptó entonces la audaz novedad de agregar color a la animación. El resto es la historia del éxito empresarial de Walt Disney.

¿Qué piensa usted de sí mismo? ¿Es usted rápido para guardar rencor y se mantiene pensando sobre la ofensa, reproduciendo cada palabra y cada emoción provocada por la ofensa? ¿O puede seguir adelante, perdonar y olvidar las palabras o acciones que le provocaron ira? Hay poder en el perdón. ¿Cuál es su elección? Disney hizo la de él. 

Frase de la semana: “El primero en pedir disculpas es el más valiente. El primero en perdonar es el más fuerte. Y el primero en olvidar es el más feliz”. Desconocido 

Grandes cosas están sucediendo en McAllen,

ven y se parte ellas.