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‘Te adoro, pero tus hijos… ¡Mejor de lejos!’

¿Qué puedes hacer cuando no te simpatizan los hijos de tu pareja?

Estarán de acuerdo conmigo que, por la razón que sea, cada vez los divorcios son más frecuentes y una vez que decides darte la oportunidad de entablar una relación con alguien que ya tiene hijos, entonces estás aceptando salir con una persona que viene “en combo”.   

Pero qué pasa por la mente de estos críos que de repente resulta muy complicado convivir con ellos. Ya sea porque se siempre te hacen jetas, se pasan de groseros o de plano, te pintan de invisible ignorándote. ¡Qué cosa más incómoda!  Por un lado, adoras a tu pareja, pero alucinas a sus críos y, por otro lado, tu pareja también te adora y a sus hijos también. ¡Auxilio! ¿Para dónde te haces? Lo primero que necesitas recordar es que la persona adulta eres tú y eres quien puede procesar la información y sus desplantes sin ponerte al nivel de ellos. 

‘Te adoro, pero tus hijos… ¡Mejor de lejos!’

Si decides seguir con tu relación sería valioso que analices los siguientes puntos para que comprendas las razones por las cuales esos “dulces angelitos” se vuelven unos “demonios” contigo. (Lo explicaré en femenino y si eres varón, sólo invierte el género).

1.  Porque están celosos. Recuerda que para la percepción de ellos tu eres una intrusa en su vida. Aunque te conozcan de tiempo atrás, no eres más que una amenaza ante el cariño y atención de su papá. 

2. Porque tienen pavor a ser nuevamente abandonados. Ellos ya vivieron la separación de sus papás, por lo tanto, muchos niños tienen terror de que su papá los vaya a abandonar definitivamente. 

3. Porque sienten lealtad hacia su mamá. Por lo regular, los niños se quedan con la mamá y cuando papá entabla una nueva relación y les toca convivir con la “nueva novia”, de forma inconsciente, sienten que traicionan a su mamá si conviven contigo o, peor aún, si les caes bien. 

4. Porque han aprendido a ser manipuladores. Si tu pareja no se separó en buenos términos (como es la mayoría de los casos), es probable que la ex de tu pareja utilice a los niños como espías, “lleva y trae” o incluso expertos en sabotear los planes con tu pareja. 

5. Porque los padres sienten culpa por la separación. Cuando los padres se divorcian es muy común que sientan remordimientos por haberles “quitado” el hogar a sus hijos y en consecuencia, se vuelven papás muy permisivos y los niños pierden la noción del respeto y los límites. 

Como podrás darte cuenta, ninguna de las razones anteriores tiene que ver contigo directamente (a menos que te odien porque has sido una bruja con ellos, ahí la cosa cambia.) Por lo tanto, es necesario que te pongas el impermeable de “no me lo tomo personal”. Sé que probablemente tú alcanzas a ver muchas anomalías e incluso tú harías las cosas de forma distinta, sin embargo, es importante que consideres las siguientes recomendaciones:

1. Necesitas ser franca con tu pareja. Exprésale cómo te sientes y lo que pienses. De hecho, podrías sugerirle   lo que tú harías en su lugar, pero por favor, evita decirle “deberías de hacer esto o aquello”. Compártele tu punto de vista sin que sea una imposición. 

2. Establezcan tiempo a solas para ustedes. Reconócele lo importante que son los hijos para él, no obstante, coméntale lo valioso que sería para ti poder asignar con anticipación el tiempo que pasarán como pareja. (Sé prudente, recuerda que él ya venía con compromisos y en combo).

3. Métete en la cabeza que tú no eres la mamá. A ti no te toca criarlos, sin embargo, si se pasan de lanza contigo es imperioso que pongas límites, pero siempre con la bandera del respeto. Háblales como le hablarías firmemente a cualquier otro niño o joven. 

4. “El que quiere a la vaca, quiere a los becerros”. Yo difiero un tanto del enunciado anterior.  No estás obligada a quererlos, pero si a respetarlos y a buscar y encontrar estrategias para hacer más llevadera y armoniosa la convivencia. 

Te puedo asegurar que, si haces conciencia, eliges tus batallas y si eres constante en el respeto con muestras de afecto, eventualmente la tensión se irá diluyendo. Convivir con los hijos de la pareja es una guerra en la que se gana y se pierde todos los días, así es que sé benevolente contigo misma y tolerante con ellos. Un día a la vez. ¡Respira! Nos leemos la próxima semana, ¡y anótele!

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Coach Gerardo Moreno