Columnas > ARTICULISTA INVITADO

Pierde y le pierden el respeto

Desde hace algunos años –cuando comenzó el alarido de redes sociales-, los ciudadanos empezaron a perderle el respeto a la figura del gobernador (en turno), que históricamente se había mantenido en altura y valores morales.

El ejecutivo había sido ejemplo a seguir, reflejo de honor y confianza entre los ciudadanos "de a pié", hasta que llegó el último sexenio en que la imagen quedó totalmente deteriorada.

Pierde y le pierden el respeto

La creencia en el gobernador –darle las llaves de tu casa- se fue perdiendo con Egidio Torre Cantú, quien salió arrastrando la cobija (y ensuciando al partido) en medio de señalamientos de corrupción.

Con Francisco Javier se acabó todo respeto. Ya no recurren a Palacio en busca de consejo, ni es la "palabra de salvación" para grupos sociales, o el último recurso para hacer prevalecer el imperio de la Ley. Simplemente se dio el divorcio.

El inquilino del viejo edificio le perdió respeto a la ciudadanía, y se lo perdieron. Basta ver y leer los mensajes que día y noche circulan en las "benditas redes".

Pero también le ha faltado a las instituciones, y ellas le responden con la misma vara, como es el caso de los órganos electorales.

No se sabe con precisión cuándo el jefe político dejó de ocupar el primer lugar en credibilidad y confianza ciudadana, a la que se acudía en busca de ayuda, una beca, aportación económica para salvar una vida o trasladar en avión a alguien en inminente riesgo de su vida.

Los efímeros ocupantes de la esquina del poder y Casa de Gobierno dejaron de dar audiencias al pueblo, e incluso a funcionarios federales y municipales. Se encerraron en su mundo.

En los últimos casi seis años, no hemos visto audiencias de alcaldes con el ejecutivo, y menos de ayuntamientos que llegaron por siglas de oposición.

Motivo debe ser el orgullo, la soberbia que ciega y los hace insensibles, los conduce a despreciar a quienes les dieron el voto para llegar al poder en 2016.

Ya no son el ocupante de la esquina del poder ni su esposa, el salvavidas para un niño en etapa terminal, o los que aportaban económicamente para la construcción de un hospital infantil, donaban sillas de ruedas o aparatos auditivos y de prótesis a los más necesitados.

El gobernador era la solución a muchos de los problemas, hasta espirituales. Hoy está ausente de las masas y, aparte, las confronta –"para todos tengo"- en lugar de conciliar, hacer política, atraer la voluntad de líderes, grupos e instituciones.

Quisiéramos estar equivocados de que esa confianza es irrecuperable. Lo veremos en los primeros meses del gobierno morenista que viene.

Por dar un ejemplo, digamos que en las últimas semanas, Francisco Javier tiene en su contra, ante el Instituto Electoral, siete juicios sancionadores. Tres de ellos culminaron ante el Catálogo de Sujetos Sancionados que lleva el árbitro.

Al no querer pagar poco más de 96 mil pesos por una multa que le aplicaron, acudió ante el Tribunal Electoral de Tamaulipas, donde los magistrados ratificaron la decisión.

Luego se fue contra el TRIELTAM ante la Sala Superior, vía Controversia Constitucional, que este jueves resolvió que no es por ahí sino por Juicio Electoral. Le regresaron el expediente a Sala Monterrey.

No habíamos visto a un gobernador litigando estos asuntos. Los que antecedieron se mantuvieron alejados de escándalos. Procedían con calma y sosiego, con inteligencia. ¿Le está fallando su jefe Jurídico, Abelardo Perales Meléndez?

Ahora mismo está en trámite apelación –Trieltam- en contra del propio Francisco Javier; del jefe de su Oficina del Gobernador y el coordinador de Comunicación Social, por publicitar en periodo de veda y utilizar recursos públicos.

Por cierto, el asunto de apelaciones contra el triunfo del candidato Américo Villarreal Anaya empieza a clarificarse. La Comisión de Quejas y Denuncias del INE liberó sobre medidas cautelares a personajes de la política nacional como Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Mario Carrillo Delgado, por cometer presunta falta al haberse presentado al "cierre regional" de campaña de Morena y asociados, en Nuevo Laredo.

Todos comparecieron ante el Instituto. El jefe de Gobernación dijo desconocer el tipo de recursos que se gastaron y los nombres de los asistentes, "por no ser un evento organizado por él".

Claudia confirmó presencia, pero lo hizo "en el libre ejercicio de sus derechos fundamentales de expresión y reunión". Era domingo.

Mientras Francisco y el partido perdedor siguen aferrados en echar abajo la elección, el gobernador electo Villarreal Anaya se reunió con diputados locales de la bancada Morena y el delegado Ernesto Palacios Cordero, para abordar temas sobre la agenda legislativa.

Les refrendó que en su gobierno habrá respeto irrestricto a la autonomía de los poderes y los exhortó a trabajar bajo los principios de la 4T, por la cual el pueblo decidió, y que igual habrá apertura para designar a consejeros y comité estatal de Morena.