Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante

Tendencias toxicas

Cuando todo es color de rosa en el noviazgo,  entramos a una etapa mágica por decirlo así, es una sensación muy grata el sentirse enamorado, te motivan las canciones, el chatear, el escuchar su voz, el decirle cosas bonitas, el tener detalles, claro el hablarle al oído y decirle: mi vida, mi amor, mi reina, mi pedacito, mi pedorrita y de repente como en el cuanto de las hadas,  surge el sapo, como en mi caso y ese príncipe cambia frases y lenguaje. – Estúpida, babosa, eres una Inútil.- No te soporto, Me tienes harto, Lárgate a la fregada y ese sapo rompe con el encanto pero la princesa se convierte en una gran neurótica, iracunda, explosiva, amargada y este cuento de hadas termina propiamente en una película de terror AAA y al pasar del tiempo te das cuenta que te hacen falta los gritos, que te hace falta las ridiculizaciones, las humillaciones, las mentadas de madre, la apatía, la frialdad y todo este sello que implica una relación toxica. Cruda realidad pero de cada 10 parejas, 9 viven este infierno, cruda realidad pero es el reflejo de alcohólicos en recuperación "que solo van a calentar la banca" a sentirse los padrinos de padrinos, siendo como siempre farol de la calle y obscuridad de la casa, padrinos que juntan y juntan en tanta junta y al final no juntan nada, padrinos de padrinos con serios problemas con sus hijos, hijos en la perdición  total y el fracaso, el boomerang obra en todo aquel engañifa de doble cara que no trabajo con honestidad su recuperación, esta enfermedad,  la mía no ha sido tan solo haber tapado la botella, estoy enfermo muy enfermo de mis emociones y después de este lapso no puedo cantar victoria, tengo que seguir trabajando en mis egos, mi soberbia, mi falso orgullo y todo el cumulo de defectos que me distinguen, no puedo cantar victoria, la codependencia es una adicción peor o igual que mi adicción a la cocaína o cualquier tipo de sustancia, soy codependiente, mi tendencia es relacionable con gente toxica.

No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante

Lo que bien se aprende, jamás se olvida.-

Nosotros como padres somos una escuela, nuestros hijos aprenden de nuestras emociones – Soy Espejo y me reflejo – por supuesto que transmito miedos, frustración, estrés, ansiedad, inseguridad doy cátedra a mis hijos de  lo que es una pésima comunicación aprenden de mí, el no saber expresar sus sentimientos, les enseño a ser autoritarios, tajantes, pedantes por supuesto controladores y ahora estos niños en sus círculos de amistad son precisamente lo que han aprendido de sus padres y esa es la razón de que exista el noviazgo violento, ese noviazgo donde hay pellizcos, mordidas, castigos, amenazas, ese noviazgo disfuncional, violento, por demás toxico, enfermizo, que apesta,  donde ambos se hacen trizas emocionalmente,  son noviazgos híper enfermos. sin respeto. ni calidad, ni paciencia, ni prudencia, noviazgos contaminados, cuya tendencia es hacerse la vida de cuadritos