Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

Narrativa de una manera inútil y mediocre de vivir

Después de una santa guarapeta de estar tragando alcohol como cosaco, inhalando cocaína como degenerado, tomando Tafil a cada rato e inyectándome un mundo de morfina sintética, más el cumulo de cigarros que me chutaba, caía como muerto , eran demasiados días en la parranda, los excesos al máximo y en extremo,  de lo mal que me sentía, una cruda horrible por el abuso del vodka, las mal comidas y mal dormidas por andar en la fiesta,  me decía una y otra vez a mí mismo.- Juro que no vuelvo  tomar.- Lo juro.- y al poco rato me curaba la cruda con un clamatito con Coronita, un pasecito de coca, una arponeada de Nubain, un par de Tafiles y varios cigarros.- Vuelve a la vida.-  y va de nuez a seguir la fiesta como si nada hubiera pasado, ahora, agregado y aumentado.

Todo el coctel de sustancias toxicas generaba en mí una depresión total, sin ganas de nada, sin ánimos, no había poder humano que me sacara de la cama y de ese cuadro mediocre, ahora lo sé, el alcohol, la cocaína, la morfina, el Tafil, los cigarros y mi compulsión, en su conjunto, me robaban un mundo de energía, por ello, caía rendido, sin fuerzas, sin ánimos,  entraba al pantano de las arenas movedizas, secuestrado por mis pensamientos patológicos, psicóticos, híper enfermo, ahora lo confirmo, mi celotipia infernal, mis pensamientos recurrentes y obsesivos encontraban en la sustancia el combustible para activar mis películas de terror, tuve que vivir mi propia experiencia, volverme loco, perder  el sano juicio y alejarme de una personalidad sensata y prudente, cometí una serie de tonterías por mis delirios de persecución, la loca de la azotea, es decir, mi mente enferma,  escribía esos guiones diabólicos que casi me cuestan la vida y que por poco, hubiera yo asesinado a mi esposa, recuerdo que un día escuche, que ella había dicho que yo necesitaba ayuda psiquiátrica, por mis actos, resulta, que me ofendí por el diagnostico, que no era para menos, lleno de ira, descargue mi furia y procese una demanda penal en su contra por difamación de honor.

Narrativa de una manera inútil y mediocre de vivir