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México con X, de Xóchitl

No todos, pero algunos de los que fuimos a escuelas que ofrecían como parte de la educación inicial oportunidades de conocer poesía épica, nos enamoramos de algunos fragmentos que aún fluyen de vez en cuando en nuestra memoria.

En particular hoy, viendo la terrible situación por la que atraviesa mi país, mi estado y mi querido Reynosa, me voy a referir al octavo verso de la bellísima obra del ilustre yucateco Ricardo López Méndez: "¡México, creo en ti!" 

México con X, de Xóchitl

"México, creo en ti,

Porque escribes tu nombre con la X

Que algo tiene de cruz y de calvario:

Porque el águila brava de tu escudo

Se divierte jugando a los volados:

Con la vida y, a veces, con la muerte."

Me vino a la memoria, porque los maestros que nos enseñaron a valorar a los símbolos patrios, iban sembrando también en nosotros una semilla de sentimientos nobles por nuestra nación, que nos llevan aun a llorar, (sí a llorar) cuando entonamos nuestro glorioso Himno Nacional Mexicano.

Ahora, cito a López Méndez, para justificar mi narrativa: "México, creo en ti, porque escribes tu nombre con la X que algo tiene de cruz y de calvario"

¿Cómo no va a ser una cruz, estar escuchando cinco años, ya mero, ya mañana, muy pronto, lo voy a investigar, ya no tardamos en, yo tengo otros datos, fueron aquellos, así me lo dejaron, aquellos eran peores...?

¡Claro que es una pesada cruz! 

¿Y para qué mujer que haya perdido hijo, hija, marido, hermano, padre, madre, hermana, hermano, tío, tía, sobrina o sobrino, no ha sido un calvario iniciar y persistir en la búsqueda de resultados en las carpetas de investigación?

¡Por supuesto que es un calvario! 

Cruz de mañaneras y calvario de ausencia de prevención, han sido el ungüento con el que desde el zócalo se nos ha querido sobar a todos los mexicanos para que desaparezca milagrosamente el dolor profundo que nos causa ver a diario, el derretimiento de nuestras instituciones nacionales, queriendo rematar ahora, hasta con el único organismo que podría por la vía constitucional, escarbar y encontrar la raíz de la cizaña morenista que ha podrido todo buen fruto de la vida nacional contemporánea; el INAI.

Continuando con la poesía del ilustre yucateco Ricardo López Méndez, encuentro aquí una concordancia que viene como anillo al dedo para enmarcar ésta que seguramente recordaremos como la época más triste de nuestra historia: "Porque el águila brava de tu escudo se divierte jugando a los volados:"

Ojo, nuestro Escudo Nacional ha sido vertiginosamente estilizado para inducirnos a pensar que ya somos otra nación (para ejemplo, asómense a ver el frente del edificio de seguridad pública de Reynosa, Tamaulipas); pero, nada más lejano de aceptarse ni de permitirse apoyados inclusive en la Ley.

¡Y lo de ... "jugando a los volados" ... está claro! 

Porque todo indica que durante cinco años de mal gobierno morenista, no se ha recurrido a diseñar fórmulas convenientes para la toma de decisiones desde lo que podría considerarse peccata minuta, hasta las exageraciones constructivas que más que impactar al mundo por su utilidad, sirven como referente para mandarnos cada día más abajo en las estadísticas de calidad de vida, de pobreza, de seguridad, de cuidado ambiental, de energía limpia, de enfermedades, de mortalidad por violencia, de desapariciones y de diplomacia reprobable.

Todo indica que las decisiones se tomaron con un "volado".

Y aquí surgió la conexión que me orilló a escribir hoy.

Porque en un volado la nación es la que paga la pérdida con "la vida, la muerte, la medición perversa y la traición a la patria".

Vida, porque independientemente de la mala calidad de existencia que ha azotado de manera exponencial a nuestra nación en los últimos cinco años, todavía nos quedan fuerzas para ir a votar en contra de la agenda comunista el próximo 2 de junio.

Muerte, porque más allá del respeto que les debemos a quienes han partido sin importar la vía, la desvergüenza de medir los volúmenes de mexicanos fallecidos en condiciones de violencia contabilizándolos mañosamente para reducir estadísticamente el maldito saldo del caos morenista, merece severo extrañamiento de parte de todos los mexicanos con dignidad.

Medición perversa, porque a estos creyentes de Marx, les bastó un borrador de lápiz, para desfigurar la verdadera, cruel y dolorosa realidad de los miles de familias que han sido víctimas del desacierto funcional del orden y la paz en calles, carreteras y brechas, en los últimos cinco años.

Traición a la Patria, porque no se puede llamar de otra manera a la acción de modificar los verdaderos saldos de la irresponsabilidad gubernamental, para intentar conservar el poder en aras de imponer la agenda socialista que a todas luces confirma que efectivamente, morena, sus legisladores y sus gobiernos estatales y municipales, son un grave peligro para el México futuro. Y lo peor, es que ellos mismos lo saben.

Por eso digo: ¡México se escribe con X, sí, pero con la X de Xóchitl!

Presidente de la Fundación Colosio en Reynosa, Tamaulipas.