Lazarillo de Tormes: Tratado Primer

El Lazarillo de Tormes. Antes de entrar de lleno al tratado es necesario tener en cuenta la situación general del estado español de aquella época. Empezaré por explicar cuál era la situación económica del reino. A pesar de dominar al mundo en ese momento la situación dentro de España no beneficiaba a todos los habitantes de este, como en todo sistema ya sea monarquía o democracia los beneficiados eran siempre unos pocos. Estas condiciones fueron favorables para la creación del pícaro como ya lo habíamos mencionado y son las aventuras y peripecias de supervivencia las que hicieron de estos personajes un género literario.

El monarca español, Carlos Primero que también fue el César del sacro imperio romano-germánico fue uno de los monarcas más poderosos de la época. 

Lazarillo de Tormes: Tratado Primer

Entrando en materia, El lazarillo se desarrolla a los alrededores de la ciudad de Toledo a donde el rey trasladaría las cortes para hacer del lugar la capital del reino.

En si la novela, que dicho por su autor quien prefirió mantenerse en el anonimato dada la situación de censura por parte de la inquisición está escrita de una manera muy sencilla para que todo el mundo tenga oportunidad de leerla comienza con un prólogo en el cual Lázaro se presenta y nos da una breve biografía de su vida y de cuáles fueron las circunstancias que lo llevaron a terminar con su nuevo amo.

Al no tener medios para mantener a sus hijos la madre de Lázaro entrega al niño a un ciego con la intención de que el chico le sirva como guía.

El primer tratado se puede analizar si es desglosado en distintas situaciones como por ejemplo la del toro de piedra que es el evento inicial. Aquí Lázaro se entera de que la vida va a ser más violenta de lo que él la conoce. 

El ciego le dice a Lázaro que acerque el oído a una estatua con forma de toro para que escuche unos ruidos dentro. Al acercarse, el ciego lo jala del pelo y estrella su cabeza contra la piedra diciéndole que "El mozo del ciego, un punto debe de saber más que el diablo". 

He llegado a la conclusión de que realmente quien crea el arquetipo del pícaro fue el mismo ciego ya que dentro de estas situaciones del primer tratado el niño va aprendiendo a mentir, a robar a engañar, a vengarse y lo más importante a sobrevivir en un mundo que nunca ha favorecido a aquellos que carecen de medios para subsistir.

El propio Lázaro dice que el ciego a pesar de ser ciego fue él quien lo había iluminado, de hecho el ciego y el hambre son los maestros que le enseñarían a nuestro antihéroe lo que ni Salamanca le hubiera enseñado.

Así pues están los incidentes de la paja en el vino, en el de las uvas, el de la longaniza y el del pilar en el riachuelo donde Lázaro por fin entiende que debe de abandonar a ese hombre que lo deja muy preparado en las artes de la mendicidad, el robo y el engaño para afrontar la vida en una España cruenta y furiosa no apta para débiles.

A fin de cuentas la relación de Lázaro con el ciego es una relación que ha sobrevivido por más de 400 años y que ha divertido e instruido al lector de una manera maravillosa. El ciego no fue el único amo de lázaro, de todos los demás también aprendió muchas cosas más que lo convirtieron en el Rolls Royce de los picaros como después oirán vuestras mercedes.

Te invito a que leas el Lazarillo, se encuentra gratuito en internet o si quieres ver la película blanco y negro en YouTube está disponible.

Para concluir con el artículo me despido esperando que tengas una semana muy aprovechada y llena de mucha lectura y descubrimiento. 

Aprovecha cada día al máximo, "Carpe Diem".

¡Hasta la lectura siempre!