El tenebroso Egidio

Como si fuera un tsunami político comenzó a circular el fin de semana un video por las redes sociales donde dan cuenta del pacto al que supuestamente se comprometió EGIDIO TORRE CANTÚ, trato en el que ofreció hacer perder al PRI en Tamaulipas y luego dejarlo como limón de refresquería para que en las elecciones locales de julio del próximo año el PAN tumbe a los candidatos tricolores como si fueran patitos de feria.

Pero no fue todo porque también columnistas políticos victorenses dan cuenta de la supuesta traición política de Egidio y narran una anécdota en la que cuentan que cuando BALTAZAR HINOJOSA OCHOA perdió las elecciones al día siguiente acudió a entrevistarse con quien todavía era su jefe político para oficialmente darle a conocer que había perdido.

Dicen que la sorpresa de Baltazar fue que encontró en el despacho de Torre Cantú al Senador ROBERTO GIL Zuarth, de todos conocido su filia panista y aunque no dicen de qué platicaron el entonces comandante en jefe de los tricolores tamaulipecos con el legislador albiazul es fácil suponer que el tema era las elecciones y supongo que Gil Zuarth fue a reconocerle a Egidio su espíritu democrático al no intervenir en el proceso electoral que visto así no tuvo nada de malo ese encuentro, el problema es que en política los partidos necesitan gasolina para echar a andar sus respectivas maquinarias electorales, y si Egidio que era el encargado de arrimar los bidones no lo hizo, entonces ya fue un acuerdo con cúpulas y no tanto porque quisiera que la democracia volara por todo Tamaulipas.

En pocas palabras, hoy en día ya no hay priista que no tenga la convicción de que en las elecciones de junio pasado los entregaron sin menoscabo de los votos que hayan obtenido los candidatos de los demás partidos porque esos los obtuvieron por sus respectivos esfuerzos. Pero de que no hubo juego limpio, no lo hubo pues a Baltazar lo aventaron al ruedo prácticamente amarrado y en medio de esa circunstancia fue fácilmente cornado y eso ya es historia.

El presente arroja convulsiones al interior del priismo cuando ven que la mano de Egidio mueve la precandidatura de SERGIO GUAJARDO para la dirigencia estatal del PRI. Los grupos tricolores no permitirán tan facialmente la imposición.

Ya hay movimientos en contrario: OSCAR LUEBBERT encabeza uno de ellos; ROBERTO GONZÁLEZ BARBA también levanta la mano allá en Tampico mientras que ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO y LUIS ENRIQUE ARREOLA VIDAL hacen otro tanto en Ciudad Victoria.

Veremos si el Comité Ejecutivo Nacional tricolor auspicia  que el presidente estatal del PRI en Tamaulipas salga como producto de una  elección de sus militantes o le impone a través de delegados cuya fama pública es que acatan la línea pero esto último sería un error porque sería el puntillazo al PRI en Tamaulipas.

Nadie ignora que los delegados de dicho partido fueron impuestos  cuando EGIDIO TORRE CANTÚ era el comandante en jefe de los tricolores tamaulipecos y algunos están sorprendidos porque quiera seguir metiendo las manos, lo que a otros no les causa sorpresa alguna, tiene que cumplir el pacto del que se habló por medio de un video y en columnas políticas.

Pero todo este ruido causó alborotos y animadas en la gallera tricolor y este pasado fin de semana me encontré con ERNESTO ROBINSON TERAN quien muy entusiasmado me platicó que va a buscar una segunda oportunidad para llegar a la alcaldía de nuestra querida Reynosa.

Me dice que anda bien tendido por las colonias y se lo creo. Exuda optimismo y es fama pública su dinámica política.

No quiso tocar el tema de la entrega del PRI en Tamaulipas pero expresó que eso ya pasó, lo que cuenta es lo que se haga en este momento.

Neto indudablemente va a ser un sólido prospecto y ya está trabajando en eso, ahora veremos que decide la dirigencia tricolor que está en vías de designarse o elegirse.

También andan animados y animan a otros prospectos como MARÍA ESTHER CAMREGO, EVERARDO VILLARREAL y SERAPIO CANTÚ BARRAGAN quien ya no ha dicho nada de sus aspiraciones para la dirigencia estatal tricolor pero incuestionablemente es un buen prospecto para la candidatura a una de las dos diputaciones federales que le corresponderán a Reynosa.

Lo dicho: los priistas ya están agitando las alas saltando fuerte, que si no los amarran se convertirán en animadores de las elecciones municipales y federales en junio del próximo año.

Y siguen las balaceras por nuestra sacudida Reynosa. 

No hay día en que ya no se cimbre la ciudad.

Este problema ya se alargó demasiado, los negocios ya acusan sus efectos. Por doquier ya se escuchan quejas porque tal parece que los están dejando que se eliminen ellos solos aunque habrá que decirlo, cuando se dan esos encontronazos delincuenciales los elementos del Grupo de Coordinación Tamaulipas acuden a restaurar el orden.

Lamentablemente para cuando llegan ya la llevaron gentes que no forman parte de  ni uno de otro grupo delincuencial.

Alguien tendrá que informar que está pasando, no es bueno que regresemos a los tiempos de EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES que le hizo al occiso cuando comenzaron los enfrentamientos entre grupos delictivos y cuando arreciaron las críticas lo mismo en la opinión pública de los medios de comunicación no pudo tener peor respuesta al decir que en Tamaulipas la gente buena no tenía por qué preocuparse porque era un pleito entre malos.

Se ganó una tupida tanda de críticas por esa respuesta pues en una de ellas ácidamente le recriminaron que a lo mejor él creía que los malandros usaban solo balas inteligentes, de esas que le sacan la vuelta a la gente buena y solamente pega en los malos.

Y tampoco queremos regresar a los tiempos de Egidio Bigotes que cuando le pedíamos su opinión sobre los balaceras y lo que planeaba hacer para combatirlas se encogía de hombros para concretarse a responder: cuales balaceras, aquí no pasa nada. 

Y bueno, dicen que tenemos que ser autocríticos para ser grandes y aquí hemos de reconocer un error en el cabeceo en el “cintillo” de la edición de EL MAÑANA del sábado en el que se dio cuenta de que en un solo día hubo cinco muertos y cuatro decapitados, cuando lo correcto debió haber sido: hubo nueve muertos, entre ellos cuatro decapitados.

Y por hoy, BASTA.

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