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El juego de la sucesión 2024

Desde principios de julio del año pasado, en una de sus conferencias 'mañaneras', el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió el juego de la sucesión del 2024.

Eso es algo que nunca había sucedido en la política mexicana: tras la elección federal intermedia en la que se renovó la Cámara de Diputados, justo a la mitad del sexenio, el presidente de la república habló sin tapujos de sus posibles sucesores.

El juego de la sucesión 2024

En un hecho inédito, el señor de Palacio Nacional hasta dio nombres: Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU); Esteban Moctezuma, embajador mexicano en Estados Unidos; Tatiana Clouthier, secretaria de Economía; y Rocío Nahle, secretaria de Energía.

Fue notorio desde entonces que López Obrador omitió el nombre de Ricardo Monreal, líder del Senado. Para el presidente, el zacatecano no juega en la sucesión morenista del 2024. El senador está borrado de la lista.

Si Ricardo Monreal desea participar, tendrá que hacerlo por la oposición. Es la única alternativa si quiere jugar por la presidencia. Su amistad con Dante Delgado, dirigente y cacique de Movimiento Ciudadano, vincula y pinta de posible color naranja al exgobernador de Zacatecas.

Un nombre sí fue incorporado al juego sucesorio de Morena desde su llegada a la Secretaría de Gobernación a finales de agosto de 2021: Adán Augusto López Hernández.

El gobernador de Tabasco con licencia y que hoy despacha en las míticas oficinas de Bucareli llegó al gabinete con la fuerza de una bola rápida lanzada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que dejó a muchos sorprendidos.

Con el paso de los meses, quedó claro que la terna presidencial está integrada por Claudia Sheinbaum, considerada como 'la favorita' de Palacio Nacional; Marcelo Ebrard, quien operó prácticamente como vicepresidente en el arranque del sexenio; y Adán Augusto López Hernández, catalogado por algunos analistas como la real carta de AMLO.

En días recientes, el juego de la sucesión entró en una nueva y acelerada etapa. Fue el propio presidente de la república quien en varias ocasiones ha tocado el tema para darle impulso a su terna de aspirantes.

Además, también está claro que les dio permiso para que viajen a distintos puntos del país y se den baños de pueblo. El pretexto: respaldar a los candidatos de Morena a las gubernaturas que se disputarán el próximo 5 de junio. Eso quiere decir que pronto estarán en Tamaulipas.

Con la bandera femenina, Claudia Sheinbaum viajó a Aguascalientes, Durango y Quintana Roo para apoyar a las candidatas morenistas Nora Ruvalcaba, Marina Vitela y Mara Lezama, respectivamente.

Por su parte, Marcelo Ebrard visitó Hidalgo el domingo pasado en señal de respaldo al candidato Julio Menchaca Salazar. El secretario de Relaciones Exteriores fue recibido con los gritos de ¡presidente, presidente!...

Ese mismo grito se escuchó la semana pasada en el Salón Tesorería de Palacio Nacional durante una reunión que tuvo Andrés Manuel López Obrador con los diputados federales morenistas, encuentro al que asistió Adán Augusto López Hernández.

Al preguntar si era o no un buen secretario de Gobernación, los legisladores de la 4T respondieron que sí, pero también corearon ¡presidente, presidente!...

A diferencia de lo que sucedía en el viejo sistema político priista, cuando los presidentes se abstenían de hablar de la sucesión sino hasta el momento del 'destape', ahora Andrés Manuel López Obrador, con su peculiar estilo y desde 'La Mañanera', impone la agenda política electoral rumbo al 2024.

De eso se trata: de imponer la agenda y, por tanto, de tener el control, el manejo pleno del juego sucesorio. El promoverá sus cartas. Por supuesto, él, y solamente él, definirá el nombre de la elegida o el elegido.

Ellos, Claudia, Marcelo y Adán Augusto jugarán bajo el ritmo que imponga el señor de Palacio Nacional. Eso siempre ha sido así, pero ahora 'el show' tendrá como escenario principal 'La Mañanera', tribuna desde la que se llevará el pulso político de la sucesión morenista del 2024.

LA TENDENCIA EN TAMAULIPAS SE MANTIENE: AMÉRICO AVENTAJA CON CLARIDAD

La encuesta más reciente de la empresa Electoralia revela un dato contundente: más de la mitad de los tamaulipecos, un 55 por ciento para ser precisos, consideran que Américo Villarreal, candidato de Morena, ganará la gubernatura de Tamaulipas.

Ese porcentaje va de la mano con otra tendencia registrada en el estudio de opinión pública: dos terceras partes de los votantes quieren el cambio.

De acuerdo con ese sondeo, el candidato de la alianza integrada por PAN, PRI y PRD, César Verástegui, prácticamente se ha estancado. Es más, señala que retrocedió dos puntos porcentuales al pasar de 36 a 34 por ciento de las preferencias, justo cuando se cumple un mes de campaña. Eso es lo que dice la empresa encuestadora Electoralia.

Un dato más que resulta muy interesante: el PRI no significa nada para la coalición 'Va por Tamaulipas'. Los priistas solo aportan el 4 por ciento de la intención del voto. El priismo quedó pulverizado desde el momento en que su dirigencia nacional optó por coaligarse con Acción Nacional, partido que lo sacó del poder estatal y que lo maltrató a lo largo del sexenio. Grave error.

En pocas palabras, la tendencia se mantiene: Américo Villarreal se perfila para ser el próximo gobernador de las tierras tamaulipecas.

Y PARA CERRAR...

La sucesión durante los doce años de panismo fue distinta y de pésimos resultados para sus presidentes.

Vicente Fox quiso imponer como candidato presidencial a Santiago Creel, pero perdió el proceso interno frente a un rebelde Felipe Calderón.

Seis años después, Felipe Calderón intentó que su consentido Ernesto Cordero fuera el candidato del PAN a la presidencia de la república, pero Josefina Vázquez Mota se le atravesó en el camino y descarriló su gris proyecto.

A la hora buena, en la contienda electoral de 2012, el barco de doña 'Chepina' se hundió hasta el tercer lugar.