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El final del título 42

Este 11 de mayo a las 11:59 pm terminó la vigencia del Título 42, la norma que desde marzo de 2020 había permitido a las autoridades de Estados Unidos, con el pretexto de salvaguardar la salud de los norteamericanos en el contexto de la pandemia Covid-19, expulsar de forma expedita a los extranjeros que llegaban a sus fronteras.

Aunque esa norma fue puesta en marcha como protección sanitaria, en la práctica sirvió también para controlar la entrada de migrantes al país, y su aplicación durante tres años derivó en más de 2.8 millones de expulsiones; de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU.

El final del título 42

A partir el 12 de mayo, la normativa que entrará en vigor será el Título 8; mismo que será perjudicial para cientos de migrantes que intentan cruzar al país del norte.

Con el Título 8 en vigor, "una persona que es expulsada está sujeta a una prohibición de admisión a Estados Unidos de al menos cinco años y puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente". En pocas palabras los migrantes que ingresen de forma ilegal a Estados Unidos pueden ser arrestados y procesados para una deportación rápida. .

Todos los migrantes serán considerados inelegibles para el asilo si no pueden probar que solicitaron protección previamente en un tercer país antes de llegar a Los Estados Unidos. 

Estados Unidos dice que lanzará campañas publicitarias en América Central y del Sur para comunicar las nuevas reglas y tratar de evitar que la gente se presente en la frontera.

En el mes de abril, tras el anuncio de la finalización del Título 42 el Gobierno de Biden anunció que creará centros regionales de procesamiento en América Latina para que los inmigrantes puedan solicitar ingresar a Estados Unidos; sin embargo hasta el día de hoy solo se están construyendo dos centros: en Colombia y Guatemala, mismos que no serán suficientes para dar solución a este trámite, por lo que ya se estudia la posibilidad de ampliar los centros a otros países.

Cada mes se aceptará un estimado de 30.000 refugiados procedentes de Venezuela, así como de Nicaragua, Cuba y Haití. Pero luego de que esa cuota se haya cumplido, el resto serán devueltos a México.

El problema para nuestro país definitivamente no puede ser ignorado, ya que cientos de miles de migrantes se quedarán en México esperando iniciar su trámite desde aquí, para lograr ser aceptados.

En México tenemos tres Centros Integradores para el Migrante ubicados en Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros, los cuales son una estrategia del Gobierno de México enfocada en dar un trato humanitario a las familias que esperan asilo en los Estados Unidos; en estos Centros Integradores los migrantes cuentan con un lugar digno donde dormir, alimentos, acceso a baños y doctores, buscando la protección de las familias; yo he visitado el Centro Regional de Matamoros en donde pude constatar que se cuidaba y alimentaba a más de 200 niños.

Lamentablemente muchos migrantes no quieren estar ahí, prefieren esperar hacinados, en la orilla del rio, ya que de vez en cuando se abre la puerta de la imponente valla metálica y se permite el paso a un puñado de personas... No está del todo claro cómo se seleccionan los pocos afortunados.

Sin embargo, cada vez que se mueve la puerta, sientes la emoción colectiva de esperanza de estas personas que están convencidas de que todas sus dificultades habrán valido la pena si pueden tener la oportunidad de comenzar de nuevo en Estados Unidos.

El ahora temido Título 8 será un motivo más de preocupación para México y en especial para los Estados Fronterizos que inevitablemente tenemos que dar soluciones a todos los problemas que puedan surgir con las oleadas de migrantes que pueden estar aquí incluso años esperando su asilo político, si es que quieren cruzar legalmente.