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¡Cuídense muchachos!

Es típico que lugares como Florida, Las Bahamas, Cancún, y muchas otras playas y sitios turísticos, en estas fechas y las próximas semanas se llenan de los miles de jóvenes visitantes que disfrutan del receso de verano. La Isla del Padre  Sur no es la excepción y atrae a miles de visitantes, la mayoría de ellos jóvenes que estudian en la universidad, que gozan de los conciertos y actividades playeras.  

Este gran número de turistas es lo que necesita la economía local para prosperar, sin embargo concentrar tan grande número de jóvenes, en un ambiente tan festivo presenta un gran reto para las autoridades encargadas de la seguridad, las autoridades locales están muy consientes que cuando los jóvenes consumen alcohol pierden el sentido común casi por completo, se arriesgan involucrándose en situaciones inseguras, que desgraciadamente en años pasados han llegado al extremo de perder la vida por involucrarse en riñas. De hecho, a partir de las vacaciones de primavera, las autoridades se enfocan en ofensas que varían desde manejar sin el cinturón de seguridad, hasta manejar intoxicado o manejar bajo la influencia de alcohol o algún otro fármaco, lo que en ingles se conoce como “DWI”. 

¡Cuídense muchachos!

Las oficinas municipales se inundan con cientos de reportes de jóvenes que han consumido bebidas alcohólicas sin tener la edad para hacerlo, pues en el periodo que se conoce como spring break o la semana de Texas, los jóvenes provenientes de las diferentes universidades, las playas también están inundadas los estudiantes de secundaria que también tienen vacaciones, lo que continúa con las vacaciones de verano. 

Las faltas menores en las que incurren estos jovencitos pueden ser por presentar identificaciones falsas en donde se aumentan la edad para tener acceso a comprar alcohol o la más común es por intoxicación en lugares públicos. El personal de la corte enfatiza que para ellos lo más importante no es la recaudación del dinero de todas estas multas, sino el prevenir alguna desgracia que pueda sucederles a estos jovencitos que no miden las consecuencias de sus actos cuando su discernimiento esta impedido por el alcohol que han consumido en exceso. No hay noticia más triste que una desgracia acontecida a algún jovencito que se suponía solo buscaba divertirse y que había planeado y ahorrado por largo tiempo para vacacionar en el receso de primavera. Los padres deben hacer énfasis en los consejos y recomendaciones que dan a sus hijos, y cuando ya se encuentran detenidos en una celda por alguna falta, a veces es lo mejor dejarlos solos enfrentando las consecuencias que han tenido sus actos. Claro que no es fácil pensar que un hijo, o hija, tendrá que estar confinado en una celda, por ejemplo, pero sentirse solos en esos momentos es lo que tal vez los haga reaccionar y comiencen a poner en práctica los consejos de sus padres.  Todo en exceso es malo, y la diversión no es la excepción. 

Traten de divertirse sanamente y disfruten de las maravillas de Dios en nuestra querida Isla del Padre, disfruten el verano, pero ¡Cuídense Muchachos! 

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

MSGR. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville.  Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.