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Algunas predicciones para 2022

Cada diciembre tengo un arranque de arrogancia y me lanzó a hacer predicciones para el año venidero. A veces le atino, a veces me equivoco garrafalmente. Va solo un ejemplo de mis muchos errores: a finales de 2015, me atreví a pronosticar que Joaquín "El Chapo" Guzmán no sería capturado en 2016. Fue detenido el 9 de enero de ese año. Digamos que no fue mi momento estelar como adivino.

Aun así, me parece que es un ejercicio útil tratar de pronosticar sobre lo que viene en los próximos doce meses. Como mínimo, permite reflexionar sobre algunas tendencias de largo plazo, además de darle al público lector algunas métricas para juzgarme como analista.

Algunas predicciones para 2022

Dicho lo anterior, va mi lista de predicciones:

1. No habrá un cambio de tendencia en materia de homicidios. Este año va a ser el cuarto consecutivo con más de 36,000 víctimas de homicidio. Todo apunta a que el año próximo será el quinto en la cuenta. Las reducciones que se han registrado en algunos estados del norte del país (Sinaloa o Tamaulipas, por ejemplo) no alcanzan a compensar el alza de la violencia letal en el centro occidente (Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Guanajuato). Además, fuera de algunos esfuerzos inconexos, sigue sin aparecer una política explícita de reducción de homicidios a nivel nacional. Y no la hay porque nadie la exige: la violencia homicida ha desaparecido de las primeras planas de los medios. Ya es parte del paisaje. Ante eso, no queda más que esperar que se sigan acumulando los cadáveres.

2. La incidencia de algunos delitos patrimoniales (robo a transeúnte, robo a casa habitación, etc.) probablemente se mantenga en niveles relativamente bajos, aunque con una ligera tendencia al alza. La pandemia produjo cambios perdurables en la vida económica y social del país. El trabajo remoto llegó para quedarse en muchos sectores. Lo mismo vale para el comercio en línea. Con ello, se alteró estructuralmente la matriz de oportunidades delictivas. Una parte de la actividad criminal se movió del espacio físico al internet. Esa transición continuará en 2022, pero en paralelo, en la medida en que la pandemia se vuelva endemia, se recuperará algo de la vida previa al Covid. Y eso incluye los asaltos en la calle y el robo de vehículo, por ejemplo. Menos que en 2019, pero más que este año.

3. La expansión del poder y responsabilidades de las Fuerzas Armadas continuará en el futuro previsible, pero podría empezar a enfrentar problemas en 2022. En algún punto del año que entra, probablemente entre septiembre y diciembre, el presidente López Obrador enviará al Congreso la iniciativa anunciada de reforma constitucional para reubicar administrativamente a la Guardia Nacional en la Sedena. Dadas las resistencias a la reforma eléctrica, la aritmética legislativa para esa propuesta parece complicada. Asimismo, la difícil entrada en operación del aeropuerto de Santa Lucía en la primera mitad de 2022 probablemente ponga de manifiesto las limitaciones de encomendar ese tipo de responsabilidades a las Fuerzas Armadas.

4. La relación con Estados Unidos en materia de seguridad continuará la normalización iniciada este año, pero no estará exenta de tensiones. El papel de México en la contención de la migración centroamericana será una buena razón para que los vecinos eviten un conflicto. Sin embargo, el disparo en el número de muertes por sobredosis en Estados Unidos, de la mano del calendario electoral estadounidense, probablemente lleve a un incremento de la agresividad en la política antinarcóticos de la administración Biden, generando más presión para que el gobierno apriete las tuercas en contra de ciertos grupos criminales (particularmente el CJNG).

Esas son mis predicciones para 2022. Las revisamos cuando vaya concluyendo el año.

Twitter: @ahope71