Obama en histórica visita a región ártica de Alaska
El presidente Barack Obama partió ayer por la mañana a Anchorage para el inicio de una visita de tres días en la que se acercará a los glaciales que se derriten, el clima del Ártico y a un conjunto de complicadas políticas relacionadas con la energía.
Washington, D.C.
La visita de Obama a la entidad más grande de Estados Unidos fue cuidadosamente coordinada para llamar la atención a los daños que —a decir del mandatario— ha causado el cambio climático a los fabulosos paisajes naturales de Alaska.
Antes de su histórico viaje a la región ártica, el mandatario estadounidense eliminó el nombre de un presidente republicano a la montaña más alta de Norteamérica, en una decisión aplaudida en Alaska pero censurada a más de 4.828 kilómetros (3.000 millas) de distancia, en Ohio.
En un gesto de solidaridad con los pueblos originarios de Alaska, Obama anunció el domingo que su gobierno cambiaría el nombre del monte McKinley al de Denali, el tradicional en lengua atabascana.
El gobernador de Alaska y una delegación legislativa elogiaron la modificación del nombre como pretendían desde hace mucho tiempo.
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Sin embargo, quitar a esa cumbre el nombre dedicado al presidente norteamericano William McKinley, oriundo de Ohio, provocó ruidosas condenas de parte de los legisladores de ese estado.
“Esta maniobra política para llamar la atención es un insulto a todos los nacidos en Ohio, y yo trabajaré con la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes para determinar qué puede hacerse para impedir esta acción”, dijo el representante Bob Gibbs, republicano de ese estado.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Bohener, también de Ohio, dijo estar “muy molesto por esa decisión”.
Con el cambio de nombre a esa montaña de casi 6.194 metros (20.320 pies) de altura, Obama reconoce el que los habitantes de Alaska han utilizado informalmente durante siglos y que significa “el elevado” en lengua atabascana.