Expertos analizan factores de riesgo de infección urinaria femenina
Cirugía robótica: una opción para tratar el prolapso
La infección de vías urinarias es un padecimiento común en mujeres de todas las edades; sin embargo, cuando se vuelven una constante las pacientes deben valorar el estado del suelo pélvico para descartar cualquier anomalía que podría poner en riesgo la salud.
En los últimos años la tecnología médica ha evolucionado en el diagnóstico y tratamiento de las infecciones urinarias complicadas. Por este motivo en entrevista para EL UNIVERSAL el Dr. Rafael Solano, ginecólogo experto en urología femenina, reveló cuales son los factores de riesgo y cómo los avances tecnológicos pueden ayudar a tratar casos severos.
¿Qué es la infección en vías urinarias?
De acuerdo con el especialista, se considera que por lo menos la mitad de las mujeres va a tener en algún momento de su vida una infección urinaria. "Las infecciones en vías urinarias es una afección en el tracto urinario y se pueden dividir en dos tipos: infección complicada y no complicada que se conoce popularmente como cistitis, afortunadamente es la más frecuente que se presenta y se caracteriza porque la infección está localizada en la vejiga. Provoca síntomas como frecuencia urinaria, sensación de ardor al orinar", mencionó Solano.
Si una infección se limita a la vejiga, puede ser dolorosa y molesta. Sin embargo, pueden presentarse graves problemas de salud si una infección de las vías urinarias se extiende a los riñones. "Existen múltiples factores que favorecen el desarrollo de una infección como problemas obstructivos, problemas funcionales o problemas sistémicos en el caso de pacientes con diabetes. Otros factores pueden ser el embarazo y la edad en mujeres mayores de 65 años".
Infecciones recurrentes y su impacto en la salud
Una infección se puede catalogar como recurrente cuando se tienen más de tres al año y en esos casos se debe analizar su origen. La urodinamia es un estudio muy importante en la urología ginecológica que se utiliza para analizar el nivel funcional del tracto urinario (vejiga, uretra y esfínteres) para evaluar cómo se almacena y elimina la orina.
Con base en este análisis se puede identificar lo que está ocasionando las infecciones y realizar un buen diagnóstico para solucionar el problema desde su origen. "Cuando los problemas son anatómicos, que frecuentemente se dan después de la menopausia, es cuando algunas mujeres presentan prolapso de órganos pélvicos, de útero, de cúpula o antecedentes de histerectomía. Derivado de ello las pacientes llegan con problemas obstructivos", dijo.
"A este grupo de mujeres en particular son candidatas a un procedimiento de cirugía robótica" agregó el especialista; este procedimiento se ha vuelto muy popular por ser menos invasiva y que tiene la ventaja de mejorar el estado del prolapso.
Cirugía robótica: una opción para tratar el prolapso
"Un prolapso de órganos pélvicos es el descenso de alguna estructura como pueden ser la vejiga, el recto o el útero; esto obstruye la vejiga y provoca que no se pueda vaciar adecuadamente. El grupo de mujeres que tienen este tipo de problema, son las candidatas al procedimiento con cirugía robótica." El doctor explicó en qué consiste este procedimiento y cómo se opera a través de esta herramienta tecnológica: "La cirugía robótica es un procedimiento de mínima invasión que consiste en hacer tres pequeñas incisiones de 8 mm aproximadamente; a través de una de ellas se introduce una cámara y en las otras se utilizan los brazos del robot, se posicionan de manera correcta con el instrumental y desde una consola quirúrgica se realiza la operación."
Beneficios de la cirugía robótica
"Esta técnica es una maravilla porque le facilita mucho el procedimiento quirúrgico al cirujano, tiene múltiples beneficios por ser altamente precisa; hace que el proceso inflamatorio de los tejidos sea menor al ser tratados con mucha delicadeza y acorta el tiempo de la cirugía con una pronta recuperación para las pacientes", puntualizó.
