Inauguran el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles

Acompañado de Gobernadores, Secretarios, empresarios, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, así como de simpatizantes, el Mandatario federal dio el banderazo de salida de la primera de sus magna obras sexenales. 

Acompañado de Gobernadores, Secretarios, empresarios, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, así como de simpatizantes, el Mandatario federal dio el banderazo de salida de la primera de sus magna obras sexenales. 

Previo a la inauguración, López Obrador visitó la torre de control acompañado de su esposa, de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; los Mandatarios del Estado de México, Alfredo del Mazo; de Hidalgo, Omar Fayad; así como por el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval. 

Desde la torre de control, el Mandatario federal observó los primeros aterrizajes en las pistas del nuevo aeropuerto.  En la ceremonia participaron simpatizantes del Presidente, el presidente de Morena, Mario Delgado, así como su Gabinete ampliado y legisladores que viajaron desde diversas partes del País para presenciar el inicio de las operaciones aeroportuarias.  El primer vuelo que partió desde el AIFA fue uno de Aeroméxico, el cual salió rumbo a Villahermosa, Tabasco, alrededor de las 6:30 horas.

Mientras que el primer vuelo comercial en arribar fue uno proveniente de Guadalajara cerca de las 10:00 horas.  Durante el día, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles contempla más salidas a Cancún, Monterrey, Mérida e incluso un vuelo a Caracas, Venezuela.  Cabe resaltar que el AIFA toma vuelo a partir de hoy pero con turbulencias por su opacidad, contratos sin licitar, empresas de reciente creación con adjudicaciones multimillonarias, proveedores vinculados a factureros e incluso contratistas con antecedentes de corrupción.

Y además de todo esto, no se terminaron los accesos y la llegada a la terminal será un tormento para los viajeros. Los mandos militares que estuvieron al frente de la construcción del aeropuerto en Santa Lucía asignaron prácticamente el 100 por ciento de los contratos sin licitación, muchos de ellos a proveedores sin experiencia o que carecían de infraestructura o instalaciones.