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Imitador de Trump en arte de negociar

Apela a presiones y amenazas en un esfuerzo por hacer que firmas privadas o extranjeras lo ayuden a sacar adelante sus proyectos

Al mejor estilo de Donald Trump, el presidente mexicano presiona y amenaza a empresas privadas para que lo ayuden a sacar adelante sus proyectos de infraestructura.Imitador de Trump en arte de negociar

Donald Trump dice ser un maestro en “El arte de la negociación”, pero su viejo amigo Andrés Manuel López Obrador podría arrebatarle ese título.

La semana pasada, el presidente mexicano presionó a una empresa estadounidense para que acepte administrar un complejo turístico y un muelle para cruceros en una cantera de su propiedad cerca de Playa del Carmen.

La firma Vulcan Materials no tiene experiencia en esos sectores y preferiría seguir extrayendo grava solamente.

Pero López Obrador apela a presiones y amenazas en un esfuerzo por hacer que firmas privadas o extranjeras lo ayuden a sacar adelante sus proyectos de infraestructura y algunas de sus iniciativas preferidas, como la construcción de puertos, terminales y líneas férreas administrados por el estado, que podrían terminar siendo elefantes blancos si el sector privado no genera un tráfico real.

López Obrador llegó a la presidencia impulsado por ideas de izquierda, pero ha resultado un populista y nacionalista, con algunas tendencias conservadoras en ciertas áreas. Igual que el expresidente estadounidense Trump, tiene una visión transaccional de la política: Son dos figuras veteranas a las que les gusta sacar adelante proyectos a como dé lugar.

El lunes, López Obrador pasó a ser uno de los pocos líderes que han dicho que Trump les cae bien. “Nos entendemos y fue bueno para los dos países”, declaró al hablar de su relación con el magnate estadounidense mientras fue presidente.

Abundan los ejemplos en los que López Obrador presionó a otros para lograr sus objetivos.

En el 2020, convocó un referendo por el cual se suspendió la construcción de una cervecera estadounidense de 1.500 millones de dólares en la ciudad fronteriza de Mexicali. La empresa había conseguido todos los permisos correspondientes, pero algunos residentes se quejaron de que usaría demasiada agua.

Constellation Brands, con sede en Victor (estado de Nueva York) y que produce la cerveza Corona, quería contar con una fábrica en la frontera, en el norte de México, para exportar la cerveza a Estados Unidos. López Obrador, sin embargo, quiere promover las inversiones en el sur del país, región pobre, con abundante agua, de la que él es oriundo.

La semana pasada, López Obrador dijo que el gobernador del estado de Veracruz, un correligionario suyo, había despejado el camino y concedido todos los permisos necesarios para que Constellation construyese una cervecera allí.

Algunos dicen que el mandatario podría estar espantando la inversión extranjera con esas tácticas.



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