Ucrania recibe promesas de armas y de vía hacia la UE
Cuatro mandatarios europeos expresaron su apoyo a Ucrania durante una reunión en Kiev con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, comprometiéndose a respaldar su candidatura para ingresar finalmente en la Unión Europea
El presidente francés Emmanuel Macron prometió a Ucrania otros seis cañones de artillería montados en camiones, la última de una nueva ronda de promesas de armas occidentales mientras la guerra continúa en la región del Donbás, en el este del país.
“Mis colegas y yo hemos venido hoy a Kiev con un mensaje claro: Ucrania pertenece a la familia europea”, aseveró el canciller alemán Olaf Scholz.
En medio de los temores ucranianos de que la determinación de Occidente pueda decaer, la visita tuvo un fuerte simbolismo. Francia, Alemania e Italia han enfrentado críticas por seguir manteniendo contactos con el presidente ruso Vladimir Putin y por no proporcionar a Kiev el armamento que dice necesitar.
Con Scholz a su lado, Macron defendió los comentarios anteriores que molestaron a los ucranianos sobre no humillar a Rusia, y señaló que el final de la Primera Guerra Mundial había sembrado las semillas de la Segunda Guerra Mundial.
“Hoy estamos codo con codo con el canciller Scholz. Hace 100 años estábamos en guerra, y los aliados ayudaron a Francia a ganar. Francia cometió un error histórico. Perdió la paz porque quiso humillar a Alemania. La cuestión de la humillación la situé siempre en un contexto venidero, no en el actual”, dijo.
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“Hoy, esta guerra debe ser ganada, Francia apoya claramente a Ucrania para que se imponga”, señaló Macron. “Alemania, al igual que Francia, nunca estará en situaciones en las que negocie en nombre de Ucrania con Rusia. Es más, nunca lo hemos hecho”.
En su discurso nocturno por video, Zelenskyy comentó que era importante para él escuchar que los líderes europeos “están de acuerdo en que el final de la guerra y la paz para Ucrania deben ser como Ucrania los ve”. Dijo que los ucranianos seguirán luchando por toda su tierra.
Los ucranianos y algunos de sus vecinos europeos han temido que las potencias occidentales puedan presionar para que Ucrania haga concesiones territoriales en aras de la paz.
Scholz reiteró que no existe tal intención de dictar nada a los ucranianos, y que sólo ellos “pueden decidir lo que es correcto en términos de un acuerdo de paz del que, por desgracia, estamos muy, muy lejos”.
Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Draghi, expresó su preocupación por los millones de toneladas de cereales retenidos en los puertos del Mar Negro a causa de la guerra, y dijo que ello podría provocar “una catástrofe mundial”. Italia ha sido uno de los primeros destinos de los migrantes africanos y podría verse desbordada como consecuencia del hambre a gran escala en el hemisferio sur.
“Queremos que cesen las atrocidades y queremos la paz”, manifestó Draghi. “Pero Ucrania debe defenderse, y será Ucrania la que elija la paz que quiere”.
Los mandatarios también visitaron Irpín, un suburbio de Kiev que fue escenario de intensos combates y donde murieron muchos civiles. Criticaron la destrucción allí, y Macron dijo que vio indicios de “crímenes de guerra”.
Aunque las impactantes imágenes de esa devastación han ocasionado que Occidente manifieste su apoyo, los funcionarios ucranianos han expresado preocupación en torno a que la “fatiga de la guerra” acabe por erosionarlo, sobre todo porque el aumento de los precios y las próximas elecciones en Estados Unidos dominan cada vez más las inquietudes del público.
Estados Unidos y sus aliados europeos han entregado miles de millones de dólares en armamento a Ucrania, y Alemania y Estados Unidos han anunciado recientemente nuevos envíos de armas. Estas armas han sido cruciales para evitar que los rusos tomen la capital, pero Kiev ha dicho que se necesitará mucho más.