Perros de Chernobyl se quedarán sin comida
Marzo 14, 2022 - 03:57 p.m.
Una organización estadounidense dedicada a alimentarlos suspendió sus operaciones tras la ocupación de la región por fuerzas rusas
Más de 350 perros que viven en la zona de exclusión de Chernobyl deben buscar comida por sí mismos luego de que una organización estadounidense dedicada a alimentarlos suspendió sus operaciones tras la ocupación de la región por fuerzas rusas.
"La zona de exclusión de Chernobyl está ocupada por fuerzas rusas y las rutas normales de transporte han sido cortadas. No es seguro y ya no tenemos acceso a esta área para ayudar a los perros", informó CFF en sus redes sociales el 26 de febrero.
Los perros en situación de calle se encuentran en los alrededores de la central nuclear de Chernobyl. Son conocidos por ir de sitio en sitio buscando comida, así que la organización espera que sean capaces de encontrarla por sus propios medios.
Una vez que pueda acceder de nuevo a la zona de exclusión, CFF adelantó que los alimentará de nuevo.
Los trabajadores de la central nuclear también ayudan a los canes como pueden. Por ejemplo, les dan restos de comida o permiten que entren a las instalaciones para que se refugien durante los duros inviernos ucranianos.
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Sin embargo, un comunicado del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) del 13 de marzo dio a conocer que el personal de la central nuclear está cansado física y psicológicamente tras haber trabajado sin descanso durante casi tres semanas.
Los 211 técnicos y guardias no han podido salir de la instalación en régimen de rotación desde la entrada de las fuerzas rusas a la zona el 24 de febrero, señaló la OIEA con base en información brindada por la institución reguladora ucraniana.
CFF también lleva a cabo esterilizaciones a los perros. Así ha sido posible reducir 50 por ciento su población. Su intención es evitar que sean sacrificados, pues la central nuclear había contratado a alguien para atraparlos y ultimarlos.
Lo anterior, explica la organización en su sitio web, era por desesperación, no por deseo, ya que la central carece de fondos para atender a los perros y consideran que representan un riesgo de salud para los trabajadores, pues en la naturaleza los canes están expuestos a la rabia.