Lula o Bolsonaro: elige Brasil a su nuevo Presidente
Brasil decide hoy si dar al utlraderechista Bolsonaro un segundo mandato o regresar al poder a Lula da Silva, marcado por la corrupción
Río de Janeiro, Brasil .-Con una carrera casi cerrada entre el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y el ultraderechista Jair Bolsonaro, Brasil celebra este domingo la segunda vuelta de unas disputadas elecciones que podrían definir el rumbo de América Latina.
Tras una serie de países que han virado a la izquierda en los últimos años, incluidos México, Chile, Colombia y Argentina, está por verse si el gigante latinoamericano, con Lula a la cabeza de los sondeos con una muy ligera ventaja de entre 3 y 4 puntos porcentuales, se convertirá o no en la pieza restante para cambiar el tablero político en la región y ayudar en el fortalecimiento de alianzas como la Celac, el Mercosur, Unasur, entre otras.
"Yo creo que América Latina acompaña las elecciones de Brasil con una expectativa tan grande como los mismos brasileños, porque aunque nosotros somos el único país de América del Sur que no habla Español, tenemos una fuerte conexión con nuestros países vecinos (...) y hay una cuestión muy importante, que es la defensa de la democracia en la región", sostuvo en entrevista con REFORMA Arthur Chioro, ex Ministro de Salud (2014-2015) en el Gobierno de la destituida Presidenta Dilma Rousseff.
"Cuando Brasil marcha en dirección al autoritarismo, hacia transformarse en una teocracia, impone a los vecinos condiciones muy delicadas, porque fortalece la extrema derecha y los movimientos conservadores", agregó el actual coordinador de políticas públicas del PT, el partido de Lula.
Bolsonaro, quien tomó el poder en 2018 instaurando un Gobierno de mano dura contra la criminalidad, dirigido en su mayoría por militares, representa precisamente la ascensión de ese autoritarismo que ya se ha visto no solo en el país sino en el resto del mundo, señala en entrevista Henrique Castro de Oliveira, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul.
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El Mandatario ha sido fuertemente criticado por su manejo de la pandemia, que posicionó a Brasil como el segundo a nivel global con el mayor número de muertes por Covid-19; por sus políticas que han favorecido la deforestación de la Amazonía, el llamado pulmón del mundo; por atizar la violencia al defender el uso de armas y la justicia por mano propia, y por sus dichos homofóbicos, racistas y misóginos.
"Así que creo que estamos frente a la posibilidad de una construcción de un régimen que sea no solo antidemocrático sino contra la misma civilización humana", apuntó el especialista.
Del otro lado, están quienes expresan un profundo rechazo hacia el ex Presidente izquierdista, que estuvo preso durante dos años por presunta corrupción durante su Gobierno. Entre este sector se encuentra Clarice Miranda, una bolsonarista que celebra las bajas tasas de criminalidad en su comunidad bajo Bolsonaro.
"Yo trabajo en la triple frontera y en el pasado vi a mucha gente riéndose en mi cara, me decían: '¿cómo pueden tener un Presidente cómo él que roba tanto y la gente le aplaude?'. Lo mismo escuché cuando las elecciones fueron a la segunda vuelta: '¿cómo puede la gente todavía querer a ese ladrón?'. Me da vergüenza", afirmó la empresaria inmobiliaria.
La sucesora de Lula, Dilma Rousseff, fue destituida de su cargo también por supuesta corrupción, lo que dejó marcado de por vida al PT, en un caso donde el juez y el fiscal que lideraron las investigaciones resultaron electos como senador y diputado, respectivamente, en la primera vuelta del 2 de octubre.
"Y después de todo hay quienes creen con todas sus fuerzas que (el Gobierno del PT) fue el mayor robo no solo de la historia de Brasil, sino de toda la historia de la humanidad", indicó en entrevista Carlos Tauil, profesor de derecho constitucional y de ciencia política en la Escuela Paulista de Derecho, en Sao Paulo.
La rivalidad entre ambos bandos, que ya se saldó con al menos tres asesinatos por motivos políticos previo a la primera vuelta electoral del 2 de octubre, ha sido alimentada en gran medida, según Tauil, por una agresiva campaña de desinformación y fake news desde los dos lados que aleja el debate de temas decisivos para el futuro del país.
"Nosotros no estamos discutiendo hoy proyectos de salud para el país, no estamos discutiendo el proyecto de educación, del desarrollo de ciencia y tecnología, no, nosotros estamos discutiendo si Bolsonaro es pedófilo y si Lula va a hacer baños unisexuales en las escuelas", lamentó el politólogo.
Si las encuestas cumplen sus pronósticos con Lula en la Presidencia, Brasil podría ayudar a dar el último impulso al fortalecimiento de alianzas y otros asuntos en común.
"Nuestro país podría contribuir con el desarrollo de la Celac, de Mercosur, Unasur, y de BRICS, y esto hace la diferencia", apuntó el ex Ministro Chioro.
Sin embargo, hay quienes prefieren mantener cautela ante la fuerza que parece estar tomando el bolsonarismo.
"Si la elección hubiera sido el pasado domingo, yo podría garantizar que Lula habría vencido, pero con una semana más, ya no sé, Bolsonaro tiene proyecciones de crecimiento que me asustan de verdad, ya no sé lo que pueda pasar, podemos tener una victoria de Bolsonaro, esto es un hecho ya real", apuntó Tauil.